domingo, 15 de noviembre de 2020

Mr. BROWNING Y SU RESIDENCIA DE VERANO EN LOS FRAILES

Walter Browning un hombre autoritario, déspota, de fuerte personalidad y con mucho temperamento, llegó a dominar las minas de Riotinto y la provincia de Huelva. Durante su mandato, The Rio-Tinto Company Limited llegó a tener casi 20.000 obreros y con ello, las mayores tasas de producción; pero también las mayores huelgas laborales, como la de 1920, donde varios miles de niños tuvieron que trasladarse a otras provincias españolas para poder subsistir.

Entró con gran éxito en la compañía en 1908 y le obligaron a dimitir en 1927 con grandes dudas sobre su actividad financiera y laboral.

 

Walter James Browning

Walter James Browning Spencer nació en Londres, en el seno de una familia acomodada, en el año 1867, cuando ya se estaba gestando la venta de las Minas de Rio-Tinto por parte del gobierno español.


Hijo menor de un rico agente de bolsa londinense, había estudiado en el Jesus College de Cambridge. Era un vividor, que malgastaba el dinero de su padre, el cual tuvo que pagar una deuda que dejó por importe de 10 libras, así que se vio obligado a que su hijo abandonara sus estudios en Cambridge, tan solo un año después de haber empezado y volver de esta forma a Londres.

Al principio no quiso estudiar, pero más tarde realizó un curso de minería en la Escuela Técnica de Liverpool, consiguiendo dinero para el pasaje que le llevaría a trabajar a México, a las minas de oro de Sierra Madre, donde la experiencia lo transformaría. En esas duras tierras de ambiente peligroso y difícil para un chico joven como él, se acostumbró a llevar en el bolsillo una pistola para su defensa, además que era muy habilidoso con el fusil.

Walter J. Browning

David Avery relata que al cabalgar por las minas, ya en Riotinto, enfundaba en su montura un rifle de repetición Winchester y en el costado derecho, debajo del cinto, el revólver Colt utilizado en México que en tiempos de conflictos laborales añadía un segundo revólver al otro lado. 

En México le acompañó el éxito y en 1903 llegó a ser el todopoderoso director de la Mazapil Copper Company Limited. Una de las compañías más importantes del mundo en la extracción de diversos minerales, principalmente cobre, oro y plata.

Fue un hombre duro y con mucho temperamento, contratado por otro hombre con gran personalidad y elevado carácter, su amigo Charles W. Fielding.



 Charles Fielding

Charles W. Fielding era un hombre que conocía muy bien la familia Rothschild, principal accionista de la RTCL desde principios de 1900. Había entrado a trabajar en sus empresas como escri­biente en 1880, ascendiendo desde los trabajos administrativos hasta el puesto de director adjunto de la fundición de Cwn Avon, en Gales. Debió de destacar tanto en sus atribuciones que los Rothschild lo contrataron en sus propias oficinas en 1890 llegando a ser el representante de los accionistas Rothschild a finales de 1900. En el año 1904 la familia Rothschild lo nombró Presidente de la Rio Tinto Company Limited, en sustitución de John Keswick, cargo que ocuparía hasta 1923.

Fielding, que era un hombre de complexión fuerte y gran tamaño, había visitado América en varias ocasiones y en uno de sus viajes compartió un departamento de tren durante un largo viaje con un personaje cuyos conocimientos mineros y extraordinaria personalidad le habían impresionado; era Walter Browning. Así que cuando el anterior director general, William Arthur Carlyle, le presentó sus intenciones de dejar el puesto que había ocupado desde 1900 hasta 1907, Fielding se acordó de Browning para ocupar la Dirección General de la Rio Tinto Company Limited.

Cuando Browning recibió la noticia regresó a Inglaterra y estuvo unos días de vacaciones con la familia de Fielding. Walter James Browning llegó a las Minas de Rio-Tinto el jueves 9 de enero de 1908 con su esposa Alice o Lucy como la llaman algunos, a sus 41 años y estuvo como Director General de la RTCL durante 19 años, hasta 1927.




Browning en los jardines de la Casa Consejo 


El día de su llegada los directivos y sus señoras les recibieron en la Casa Consejo de Bellavista. A la noche del día siguiente del 10 de enero le sorprendió el hundimiento de una de las cortas de Filón Norte, producidas por los efectos del agua, dicen que la Plaza de la Constitución se partió por el mismo centro y aunque no se produjeron víctimas se lanzó a dirigir las operaciones con tanta energía que antes no se había visto. Los trabajadores le apodaron inmediatamente "el terremoto".


Malacate filón norte


Durante las primeras semanas de trabajo estableció un dominio sobres las minas que jamás abandonó durante su estancia en Riotinto. Era un hombre déspota y que no aceptaba críticas, pero como era amigo del Presidente, estaba justificado.

Browning aunque no fuese alto, era hombre de buen parecer, con magnífico porte y figura. Pedro Valdés, escritor de Riotinto, cuenta que algunos obreros lo llamaban “Gañafote” por la rigidez del cuello, que hacía que su cuerpo girase levemente al mover la cabeza.


Son innumerables las anécdotas sobre Browning y su escueta manera de expresarse:

Por ejemplo, al jefe del departamento de las minas le dijo:

-          ¿Sabes usted redactar una dimisión?

-          Si, contestó

-        Pues vaya a su casa y redacte la suya.

 

En otra ocasión, a un inglés que solicitaba una casa para poder casarse con una sirvienta española le preguntó:

-          ¿Sabe usted a qué hora sale el tren correo desde El Coso? 

-          A las diez y dos minutos, respondió.

-          No deje de cogerlo mañana. Está usted despedido.



 Estación de El Coso. 1911

Walter tenía tanta autoridad que su palabra tenía fuerza de ley, no solo en Riotinto sino en toda la provincia de Huelva y con las autoridades del más alto nivel de la Administración, por ello en 1914 lo llamaban “El Rey de Huelva”.

 


 Eduardo Dato a la derecha, después Browning y en el centro Fielding


Su reinado fue turbulento, con frecuentes conflictos laborales, disturbios políticos e incluso amenazas de asesinato. La fotografía anterior se trata de una reunión del staff de la RTCL con la presidencia del gobierno el 19 de febrero de 1914, para tratar el tema sobre los conflictos obreros. En ella se aprecia a la derecha el Presidente del Gobierno, Eduardo Dato, que sería asesinado posteriormente en 1921.


Nada más llegar Browning en 1908 a las minas, en la primera reunión que sostuvo al reunir a su staff diseñó claramente cuál sería la política a seguir para la etapa que emprendía. La prioridad del programa sería el aumento de la extracción de mineral, controlando los costes de materiales y de mano de obra, reducción de jornales, ajuste de contratos y horarios adecuados para esa finalidad.

 

En 1907 se inició el proyecto de Corta Atalaya que se convirtió en la mayor mina a cielo abierto de Europa y una de las mayores del mundo. Las palas de vapor que trabajaron en ella se compraron de segunda mano a los constructores del Canal de Panamá.



 Palas de vapor en la Corta Atalaya

En 1910 la cuenca minera tenía una población de 50.449 habitantes.

Hasta el año 1913 fue la etapa de mayor capacidad extractiva y transformadora y mayor rentabilidad del negocio.

Entre 1909-1912 el número de trabajadores alcanzan casi los 20.000, esto significó multitud de huelgas de los empleados para las mejoras de los trabajos, de los sistemas de salud y de los salarios, entre otros. En ese periodo hubo muchas huelgas, siendo una de las más importantes la de 1919. Un año después, en 1920, escribiría Concha Espina “El Metal de los Muertos"Varios de los sindicalistas fueron conocidos como Félix Lunar (A cielo abierto 1956) y Eladio Fernández Egocheaga.

 


 "A Cielo Abierto" - Félix Lunar


 

Bajo su mandato se llevaron a cabo grandes obras industriales y civiles, como:

La construcción de la Central Eléctrica en Huerta Romana en 1909.



Central eléctrica. 1909

Explotación de mineral de hierro en el Alto de la Mesa en 1911

Construcción de la actual iglesia de Riotinto en 1914




Caída de la torre 15-9-16 - 5 1/4 de la tarde Rio-Tinto

Tendido férreo del túnel de Naya en 1918, con más de 7,6 km de longitud, en la planta 16; al lado occidental el túnel 5.

O algo tan importante como para cambiar la fisionomía de la cuenca minera en 1916. A través del danés Kay Hase, se hizo la plantación de 9.000 hectáreas de pinos realizadas por decenas de niños, en edad escolar, que con su trabajo hicieron posible que hoy contemplemos un paisaje de pinares, diferente a la esterilidad que vemos en fotografías más antiguas.

 

También hubo el drama, cuando el 3 de noviembre de 1913, según escribía Browning a Londres “…la catástrofe más espantosa… que jamás ocurriera en la historia de las minas”.

En el curso de una enconada y violenta huelga de los trabajadores, se desencadenó un gran incendio en el Pozo Alicia, en la masa de San Dionisio. En este incendio murieron 7 personas: 5 ingleses y dos españoles.




Pozo Alicia

Como reconocimiento de ello, las 35 personas que participaron en el rescate (entre ingleses y españoles), recibieron una imposición de medallas de oro grabadas con su nombre y en el reverso el sello de la Rio-Tinto Company Limited. Entre los españoles que recibieron la medalla por el rescate se encontraba el contratista Sabás Domínguez.

Medallas de la RTCL:
"Para conmemorar la valiente hazaña. Mina San Dionisio 3 Nov 1913" 

 

 

La siguiente fotografía corresponde al Staff de la RTCL en 1919.




Walter Browning se supo rodear de gente leal y de confianza. En esta fotografía notamos la ausencia de dos personas: una de ellas es el Presidente de la compañía Charles Fielding, el cual tenía su despacho en Londres en la calle Lombard, y viajaba ocasionalmente a las minas. La otra persona en Wynter Grey, uno de los dos Directores Ayudantes que acompañaba a Browning todo el tiempo de día y de noche; por la mina y por el pueblo.

La identificación de los personajes está realizada por Pedro Real Valdés y añado algunas reseñas sobre ellos.

Comenzando por la izquierda y por abajo

1ª Fila:

1.- F.J.Bodenham; 4.- J.J.Borrie; 5.- Robert Wilson; 6.- C.G.Thomas; 8.- Frank Timmy; 10.- Dr. Reginald Priestley; 11.- J.H.Howell

7.- Kay Hase, botánico danés, llegado de la Universidad de Copenhague como técnico forestal, este danés decidió plantar en 1916, 9.000 hectáreas de tierra estéril de pinos, muchos de ellos aún se pueden contemplar hoy día repartidos por toda la cuenca.

2ª Fila:

5.- J. Black; 

6.- Gordon Douglas, Director Ayudante de Browning hasta 1927

7.- W.J.Browning, Director General de 1908 a 1927

8.- Dr. R.Russell Ross, Jefe médico de 1889 a 1927, muy apreciado por los obreros

12.- Rvdo. J.Jameson, Reverendo para atender las necesidades espirituales de los empleados británicos, desde 1901 hasta 1921.

Echamos en falta a Wynter Gray, el otro Director Ayudante de Browning, el cual dimitió en 1921

 






3ª Fila:

2.- Daniel McMillan Young; 3.- James Baird; 4.- Richard S. Low;

5.- William G.Nash, Jefe del Departamento de Terre­nos en 1898. Escribió el libro “The Rio Tinto mine, Its history and romance” en 1904




4ª Fila.- 

1.- Herbet Potts; 2.- William Pert; 3.- Albert Shutt; 5.- John Targett 9.- Edwin Row

8.- Paul Sidney Couldrey, sustituyó a Browning como Director General en 1927

5ª Fila:

6.- William Wateston; 7.- Edwin Hayes

6ª Fila:

4.- Dr. Canillas;

5.- Lawrence C. Hill, Director Suplente de Asuntos Técnicos en 1936


Browning se casó con Millicent Lucy, fundadora del Taller de Bordados en el Alto de la Mesa en mayo de 1915, el cual funcionaría hasta los años 60. Tal como publicaría el diario LA UNION el 25/07/1925 sobre Mrs. Lucy “Dama de altas virtudes, pródiga con los necesitados, amable, activa, cultísima, de viva mirada y prontas resoluciones, en poco tiempo consiguió elevar la situación del taller a lucida altura…”


 Mrs Lucy Browning 


 

Taller de bordados

Rio Tinto, Año 1920. Personal del Taller de Bordados bajo la supervisión de sus Maestras. Al fondo, sobre la pared, fotografía-recuerdo de la Fundadora, Lucy Browning.

 

En 1918 camino hacia Inglaterra murió Mrs Lucy y un año más tarde sufrió la pérdida de su único hijo Frank, que estaba en edad de estudiar.

Browning encontraría consuelo contrayendo en 1924 matrimonio en segundas nupcias con una joven anglo-india  que le daría una hija en el año 1925. Conoció a esta joven de gran belleza en unas vacaciones en Eastbourne. Se llamaba Eleonore Beatrice, tenía 24 años de edad y como regalo de boda le ofreció la Casa de los Frailes, situada en el cerro cercano a la estación de ferrocarril del mismo nombre. Decorada y amueblada de forma exquisita, estaba construida bajo un edificio monástico, gozaba de espléndidas vistas, para que ella pudiera venir cuando se cansase del ajetreo de las minas de Riotinto.




Porche de la residencia de Los Frailes


La casa tenía en su sótano una especie de frigorífico de la época para conservar alimentos.


Trasera de la residencia

Al lado estaba la vivienda del capataz que la cuidaba con una bonitas vistas del río Tinto, y una pequeña fila de viviendas para el servicio, lavadero, horno para pan y algunas zahúrdas.

 Casas del servicio de Los Frailes

Con E. Beatrice tuvo, al menos, dos hijos más. Su nieta Alison (de su segundo hijo Cristopher, 1930) estuvo en 2016 visitando Riotinto; su padre le contó todo lo que sabe de la historia de su abuelo en Minas de Riotinto.

En 1925 se nombró a otro presidente de la sociedad, a Sir Auckland Geddes; anteriormente, en 1922 se había destituido como presidente a su amigo Charles W. Fielding y de 1922 hasta 1925 estuvo Albert Milner como presidente. El nuevo presidente era un hombre frío y no congenió con Browning, tuvieron varios altercados entre ellos, de tal forma que cada cosa que hacía Browning parecía la desaprobación del presidente Geddes. En agosto de 1927, estando de vacaciones en Inglaterra, en el condado de Cornualles, al sur de Inglaterra, recibió una carta del consejo de administración de la compañía aceptando su dimisión inmediata como director general, advirtiéndole que no debía de volver a las minas bajo ningún concepto. También anunciaba en la carta que la compañía tomaba posesión de la casa de Los Frailes.

La Casa de los Frailes pasó a estar habitada en algunas ocasiones por el grupo de Exploradores, al menos hasta 1930. Poco más tarde, el presidente Sir Auckland Geddes, para mayor perplejidad, tanto del personal británico como español, ordenó destruir la casa, derribando el tejado y las paredes y levantando todas las losas del suelo. Hoy podemos observar los restos de la que fue una de las mejores casas de campo de la época, en lo alto de la colina cercana a la estación de ferrocarril de Los Frailes, en el término de El Campillo.



Residencia de Los Frailes 2020
Foto J.María D.Barba

Al año siguiente, en 1928, Browningy su mujer volvieron a España, comprando una casa en Sevilla, donde mantenían el contacto con sus amistades.

Invirtió su dinero en una empresa para cultivar arroz, creada en 1923, siendo un fuerte accionista de esa compañía. No obteniendo los resultados previstos por los cuales realizó esa operación.

Aunque Browning no volvió jamás a las minas después de su marcha, ni los británicos ni los españoles  le olvidaron y en la cuenca se habla de él con admiración y respeto.

Walter James Browning “El Rey de Huelva” murió en Inglaterra en 1943, a los 77 años de edad.

En 1970, los propietarios que compraron su casa de Sevilla, observaron un viejo baúl que había pasado desapercibido durante todos esos años. A un lado del baúl estaban grabadas las iniciales WJB; al abrirlo descubrieron, puesto encima de las ropas, el rifle de repetición Winchester que Browning había traído desde México; tenía una bala metida en la recámara y estaba montado listo para disparar.

BIBLIOGRAFÍA                                                                       

http://garrat-patrimoniominero-industrial.blogspot.com/2010/04/walter-browning-rey-de-huelva.html

http://cronocracia.blogspot.com/2010/05/sobre-rio-tinto.html

http://recuerdosderiotinto.blogspot.com/2019

https://revistalacomuna.com/cultura-y-memoria/movimiento-obrero-cuenca

https://www.diariodehuelva.es/2016/09/18/la-nieta-de-walter-browning-el-rey-de-huelva-visita-riotinto-por-primera-vez/

Avery, David.- NUNCA EN EL CUMPLEAÑOS DE LA REINA VICTORIA – Labor-1985


miércoles, 28 de octubre de 2020

MEMORIA ANTIGUA DE EL CAMPILLO NUEVAMENTE DESCUBIERTA

El Campillo, un lugar con más de 600 años de historia.

Hace casi 600 años, en el año 1425, se aprobaron las Reglas de la Hermandad de San Vicente Mártir de Zalamea la Real.

Reglas de la Hermandad de San Vicente Mártir de Zalamea la Real de 1425
Fácsimil de Cistus Jara 2016

A mediados del siglo XIV Europa sufrió la mayor epidemia de peste jamás conocida, llevándose consigo a cerca de la mitad de la población de todo el continente, era la peste negra. En el suroeste peninsular y más concretamente en Zalamea, y en sus 20 aldeas, sobre el año 1422 hubo una temida epidemia que tuvo una especial virulencia y que posiblemente se prolongara hasta el año 1425. 

El culto a San Vicente se extendió en la España cristiana en los siglos XIV y XV por la creencia popular de que San Vicente intercedía en los casos de sequía y epidemia. En Zalamea y en todo su término jurisdiccional, desde El Villar hasta El Ventoso, desde El Buitrón hasta Hermitaños, según se desprende de las reglas de la Hermandad, se había producido una epidemia de peste que había provocado que una gran parte de la población falleciera. Este hecho fue el que motivó la necesidad de elegir a un santo que protegiera a los habitantes contra aquellas enfermedades que no se podían curar sanitariamente.

De esta manera el 24 de marzo de 1425, según se desprenden de estas Reglas, los alcaldes y hombres buenos de la villa, ante el escribano Juan Rodríguez, acuerdan un concejo abierto en la puerta de la iglesia, después de misa, sobre el mediodía. En un cántaro introducen varios papeles con los nombres de todos los santos de la letanía. El cura de la villa, Bartolomé Martín, llama a un niño y le manda que meta la mano en el cántaro y saque uno de los papeles. Así lo hace y extrae aquel que lleva el nombre de San Vicente. Esta operación se repite tres veces y por tres veces consecutivas sale el nombre del mismo santo, por lo que todos entienden que Dios les daba como patrón al glorioso San Vicente.

En Las Reglas de la Hermandad de San Vicente, que datan de 1425, se nombran a los hermanos de esta hermandad para que ofrezcan comidas y bebidas a los pobres y a los necesitados,  incluso ofrecer los rendimientos o rentas de las tierras que poseen como obras de caridad.

En la página 6 de estas antiguas reglas, dice “Juan de las Armas mandó,..., otra suerte de tierras que está en el sitio de El Cerro de El Campillo, al sitio que llaman del Hornillo para que su renta la repartan los hermanos en pan y queso y vino a todos los que vinieren a hacer oración por los difuntos así niños como hombres y mujeres pobres...”.

Página 6 de las Reglas de la Hermandad

En este texto antiguo, que hoy día conserva una copia de 1638 la Hermandad de Zalamea, se menciona por primera vez en la historia el lugar de El Campillo, como El Cerro de El Campillo.

Este primer asentamiento, posiblemente de pastores y agricultores, formaría el conocido hoy en día como El Campillo Viejo, en la ladera norte del actual pueblo, mirando hacía la sierra y hacia el río Odiel, como actualmente hace Traslasierra, quizá por ser los primeros pobladores para coger el azeche del río en el mes de agosto y  pagar al arzobispo de Sevilla; o para ir a trabajar a los molinos harineros del río. Cerca del pueblo estaba la cantera de piedras de ruedas de molino.

Piedras de molino talladas en la roca

Por tanto, no es de descartar que a principio del siglo XV, hacia el año 1400, hubiera un asentamiento poblacional o una agrupación de casas que, sin formar todavía una aldea, se conociera ese lugar como “El Cerro de El Campillo”.

En el año 1535 se aprueban las Ordenanzas Municipales de Zalamea (documento en pergamino de gran valor histórico que se conserva en muy buen estado) en las que se recogen los aspectos económicos locales, costumbres, reglas y normas de la colectividad, como limitaciones para encender fuego, cría de cerdos, cotos de caza etc.

Ordenanzas Municipales de Zalamea la Real de 1535

En este libro se nombran las primeras casas de El Campillo; y de otros lugares como, El Zumajo o el Monte del Hornillo. Y dice así: … a los corrales del Zumajo…y… donde junta el camino de El Campillo en el de los molinos… y los corrales de Juan Bernal bajo las casas de El Campillo…”

Ordenanzas Municipales de Zalamea la Real de 1535

Posteriormente, a finales del siglo XVIII los párrocos del reino de Sevilla, al que pertenecían las provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz, la zona sur de Badajoz y el partido de Antequera en Málaga, recibieron a instancias del Arzobispo el encargo de realizar una descripción detallada del lugar de su ministerio, según un cuestionario que se le había enviado, para confeccionar un mapa cartográfico elaborado por el geógrafo real Tomás López de toda la geografía de España y de los que se recibieron cerca de 200 mapas. 

De esta forma en el año 1785 el párroco de la vicaría de Zalamea la Real, Dn. Joseph Phelipe Serrano le respondía al Arzobispo sobre Zalamea y sus aldeas: “…es Villa y cabeza de Vicaría; es Realenga,…..,. Al presente tiene el casco de esta Villa 366 vecinos; pero en su término y jurisdicción tiene las Aldeas y Montes siguientes. / … / Traslasierra, con 34 vecinos (aprox.136 habitantes), al Norte de esta Villa, y distante de ella quasi media legua; Campillo, con 37 vecinos (aprox. 148 habitantes), al Nordeste de esta Villa y distante de ella media legua.” Y continúa este párroco nombrando más de 20 aldeas, y escribe: ”Y todas las dichas Poblaciones son antiquísimas de tiempo inmemorial, y no ay noticia alguna de sus principios y fundaciones.”


Mapa del Territorio de la villa de Campofrío y Ventas de 1795

En 1845 Pascual Madoz publica el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar y en la edición dedicada a Huelva, escribe de El Campillo: Aldea, con alcalde pedáneo en la provincia de Huelva, partido judicial de Valverde del Camino, término jurisdiccional de Zalamea la Real. Población 61 vecinos (aprox. 244 habitantes). En estos años, El Campillo sigue siendo una aldea cuyas principales actividades económicas son la agricultura y la ganadería. Las Reales Minas de Río Tinto vuelven a ser explotadas por la Hacienda del Estado y el descontrol y desgobierno hacen que no se explote con una rentabilidad satisfactoria, por lo que el número de trabajadores en la mina era muy bajo.


A principios del siglo XX con la apertura de la mina a cielo abierto de Corta Atalaya, en la masa San Dionisio, y la desaparición del antiguo pueblo de Riotinto, debido principalmente a un derrumbamiento de unas 200 casas en el año 1908, El Campillo experimentó un mayor aumento de población, llegando a alcanzar en 1914 los 3.840 habitantes.


Antiguo pueblo de Riotinto. Finales del siglo XIX

El Campillo se expandió hacia el cerro que actualmente ocupa, el cerro al que hoy en día se sigue llamando como hace 6 siglos Cerro del Hornillo, el cual lo podemos localizar en la zona que actualmente ocupa el parque de Los Cipreses, en busca de las nuevas conexiones con el ferrocarril minero y de un terreno menos abrupto para construir el nuevo pueblo.

Mapa Cartográfico del ejército de 1951

Un pueblo moderno, conformado por calles rectilíneas y diferente a las calles tipo árabe, irregulares y estrechas del viejo pueblo; un pueblo creado al igual que la planificación urbanística de las ciudades romanas, en base a dos calles principales: calle Sevilla (Decumano, orientación Este-Oeste) y calle Constitución (Cardo, orientación Norte-Sur) y con la plaza en el centro para la confluencia de la población.

El Campillo
Foto: JM Delgado Barba

Curiosamente hoy día, todavía hay una calle de El Campillo rotulada con el nombre del patrón de Zalamea, patrón que fue de la aldea de El Campillo. Es la calle principal del viejo Campillo, la Calle San Vicente.


El Campillo 2020. Calle San Vicente

El Campillo, el Viejo Campillo, un lugar que mira hacia la sierra, un lugar con más de 600 años de historia.

BIBLIOGRAFÍA                                                                       

* Reglas de la Hermandad de San Vicente Mártir de Zalamea la Real. Año de 1425. Facsímil de Cistus Jara - 2016

* Ordenanzas Municipales de Zalamea. Año de 1535. Facsímil de Cistus Jara - 2013

* Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar – Pascual Madoz – 1845-1850

* El Rincón Onubense – Manuel Hidalgo Caballero – Diputación de Huelva – 1980

* http://zalamealareal-historia.blogia.com/

jueves, 1 de octubre de 2020

UN SIGLO DE “EL METAL DE LOS MUERTOS”, LA MEJOR NOVELA DE CONCHA ESPINA

LA ACCION - Diario de la noche - Viernes 1 de octubre de 1920

LA ACCION, Diario de la noche - 1 de octubre de 1920


Hoy sale al público en todas las   librerías de España la novela EL METAL DE LOS MUERTOS, nueva y grandiosa producción de la escritora insigne, cuyas obras “La esfinge maragata”, (premiada por la Real Academia de la Lengua), “La rosa de los vientos”, “Agua de nieve”, “La niña de Luzmela”, “Despertar para morir”, “El amor de las estrellas”, “Ruescas de marfil”, “El Jayón y Pastorelas”, traducidas ya en diversos idiomas extranjeros, manifiestan con creciente esplendor el brío intelectual de la mujer española.



Artículo sobre la publicación del libro

Libro a la vez de ideas y realidades vivas, de trascendencia universal y humana, EL METAL DE LOS MUERTOS en lo más hondos y conmovedores problemas de nuestro siglo. La lucha social, por ejemplo; la tragedia de Riotinto, presente ahora, por una singular coincidencia en la novela y en la realidad está escrita EL METAL DE LOS MUERTOS con la grandeza de un poema heroico, tratada y resuelta por un espíritu de caridad y de justicia, con una profunda misericordia cristiana.




Concha Espina

Esta novela, que, como obra de arte puro, de fervoroso patriotismo y de pujante vitalidad, ha de producir enorme sensación, constituye la obra maestra de su autora y el más alto esfuerzo del numen español contemporáneo frente a las nuevas corrientes universales.



EL METAL DE LOS MUERTOS, edición de 1920 - GIL-BLAS RENACIMIENTO

Precio 5 pesetas

EL METAL DE LOS MUERTOS, como todas las demás obras de Concha Espina está magníficamente editada por la nueva colección Gil Blas en un tomo elegantísimo de 450 páginas, a cinco pesetas.

Pedidos a la Biblioteca Renacimiento, San Marcos, 42, y a la Sociedad General de Librería, Ferraz, 25.


Portada diario de la noche LA ACCION, 1 de octubre de 1920

LA ACCION - Diario de la noche - Viernes 1 de octubre de 1920

𝑬𝑳 𝑴𝑬𝑻𝑨𝑳 𝑫𝑬 𝑳𝑶𝑺 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑶𝑺, 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒐𝒏𝒄𝒉𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒊𝒏𝒂

La escritora santanderina, Concha Espina , llegó a Riotinto sobre 1916 para conocer en primera persona los sucesos ocurridos en 1888, conoci...