viernes, 8 de mayo de 2020

LAS MINAS DE RIO TINTO y EL HOYO DE D. LIBERTO, CABALLERO DE NACION SUECO - Parte I



Una de las figuras imprescindibles en la de la explotación de las Minas de Río Tinto ha sido LIEBERTO WOLTERS VONSIOHIELM – (Estocolmo, 1665 – Riotinto, 1727).



Pueblo de Riotinto a principios del S.XX


Las minas llevaban unos 1.300 años sin trabajarse, desde el tiempo de los romanos, y Lieberto Wolters solicitó al Rey Felipe V la concesión para la explotación de las minas, creando una sociedad denominada “COMPAÑÍA DE LAS MINAS DE RIO TINTO Y ARACENA”.

Su nombre original era LIEBERT WOLTERS VON SJÖHJELM y al transcribirse al castellano se le modificó el apellido materno por otro más legible, VONSIOHIELM.
Se ignora la causa que de haber venido a España a principios del siglo XVIII, pero lo que se sabe es que formó parte en la guerra de Sucesión española.

En 1719 se hallaba en Vigo ejerciendo el oficio de buzo, a través de una compañía que pretendía extraer del fondo de las Rías Bajas, las riquezas que aportara desde América la Flota de Nueva España al mando del general Manuel Velasco, hundida en 1702; la más rica que había venido de América, con 20 millones de pesos en plata y otros tantos en valor de las mercancías.


Pesos de plata acuñados en México.


El hundimiento de la flota de barcos llegado desde las Indias Occidentales se conoce como la Batalla de Rande, situada en el estrecho de Rande, en Redondela, en la ría gallega de Vigo. Una batalla entre la flota anglo-holandesa contra la flota hispano-francesa, ocurrida el 23 de octubre de 1702, y en la que participaron 90 navíos, más de 3.000 cañones y murieron unas 2.000 personas entre los dos bandos.

Tal fue la repercusión que tuvo esta batalla, que cuando la noticia del Desastre de Vigo se extendió por todo el país, provocó que cundiese el pánico entre la ciudadanía. Casi todos pensaron que toda la plata se había perdido y por ese motivo se crearon las “Cajas de Socorro y Montes de Piedad”, como es el caso de CajaMadrid, creada el 3 de diciembre de 1702.




Flota hundida en el estrecho de Rande. Grabado de la época. Archivo General de Indias. Publicada por Instituto de Estudios Vigueses


Pasados los años de esa batalla, el 25 de marzo de 1719 Lieberto Wolters, que tenía conocimientos de mecánica y era de carácter emprendedor y atrevido, elevó al Rey Felipe V solicitud de Autorización para buscar y extraer el gran caudal oculto bajo las aguas; Concesión que se le otorgó por 300 ducados.

Se formalizó el asiento escritura por término de tres años, con el compromiso de entregar a las Cajas Reales la tercera parte del valor de cuanto sacara del fondo de la bahía.

Para los trabajos, Wolters adquiere el navío “Duque de Gloston” que le costó 630 reales, barato para la época. En este barco instala una plataforma y la maquinaria necesaria para la inmersión de 3 buceadores, llegados desde Suecia. De esta forma, desde la plataforma trabaja con una campana de madera forrada de cobre. Wolters había ideado un traje de cuero para bucear y un casco conectado a una larga manga que llegaba hasta la superficie.



Placa de cobre con instrucciones. Museo del Mar de Galicia. Publicada por Instituto de Estudios Vigueses.


La fotografía anterior es una placa de cobre que estaba en la campana que utilizaron los buceadores de Wolters. Está escrita en ruso antiguo y en ella están grabadas las indicaciones para comunicarse los buzos con la superficie.


En 1721 Wolters es denunciado tanto por vender mercancía que luego no saca de la ría, como por emitir acciones de su compañía que no obtiene beneficios. Durante esos años había extraído de las profundidades varios cañones de bronce y de hierro, anclas, tablas, balas y palanquetas, con alguna que otra moneda suelta adherida, tasándose en 3.068 reales de vellón los efectos que se habían de repartir.

Grabado de 1871. Los Galeones de Vigo. Ediciones RP 2005.  Yago Abilleira Crespo.


A pesar de ello, sus problemas económicos se acentuaron y LIEBERT WOLTERS traspasó los derechos de la cédula de concesión a uno de sus socios.

Después de este infructuoso éxito, a finales de 1722 LIEBERT WOLTERS se retiró a Madrid viviendo pobremente bajo la protección del embajador de Baviera, al cual le había conocido en Vigo, prendándose de la honradez y excelente trato.


𝑬𝑳 𝑴𝑬𝑻𝑨𝑳 𝑫𝑬 𝑳𝑶𝑺 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑶𝑺, 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒐𝒏𝒄𝒉𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒊𝒏𝒂

La escritora santanderina, Concha Espina , llegó a Riotinto sobre 1916 para conocer en primera persona los sucesos ocurridos en 1888, conoci...