Una de las figuras
imprescindibles en la de la explotación de las Minas de Río Tinto ha sido LIEBERTO
WOLTERS VONSIOHIELM – (Estocolmo, 1665 – Riotinto, 1727).
Las minas llevaban unos 1.300 años sin trabajarse, desde el tiempo de los romanos, y Lieberto Wolters solicitó al Rey Felipe V la concesión para la explotación de las minas, creando una sociedad denominada “COMPAÑÍA DE LAS MINAS DE RIO TINTO Y ARACENA”.
Pueblo de Riotinto a principios
del S.XX
Las minas llevaban unos 1.300 años sin trabajarse, desde el tiempo de los romanos, y Lieberto Wolters solicitó al Rey Felipe V la concesión para la explotación de las minas, creando una sociedad denominada “COMPAÑÍA DE LAS MINAS DE RIO TINTO Y ARACENA”.
Su nombre original era LIEBERT WOLTERS VON SJÖHJELM y al
transcribirse al castellano se le modificó el apellido materno por otro más
legible, VONSIOHIELM.
Se ignora la causa que de haber
venido a España a principios del siglo XVIII, pero lo que se sabe es que formó
parte en la guerra de Sucesión española.
En 1719 se hallaba en Vigo
ejerciendo el oficio de buzo, a través de una compañía que pretendía extraer
del fondo de las Rías Bajas, las riquezas que aportara desde América la Flota de
Nueva España al mando del general Manuel Velasco, hundida en 1702; la más rica que había venido de América,
con 20 millones de pesos en plata y otros tantos en valor de las mercancías.
Pesos de plata acuñados en
México.
El hundimiento de la flota de
barcos llegado desde las Indias Occidentales se conoce como la Batalla de
Rande, situada en el estrecho de Rande, en Redondela, en la ría gallega de
Vigo. Una batalla entre la flota anglo-holandesa contra la flota hispano-francesa,
ocurrida el 23 de octubre de 1702, y en la que participaron 90 navíos, más de
3.000 cañones y murieron unas 2.000 personas entre los dos bandos.
Tal fue la repercusión que tuvo esta batalla, que cuando la noticia del Desastre de Vigo se extendió por todo el país, provocó que cundiese el pánico entre la ciudadanía. Casi todos pensaron que toda la plata se había perdido y por ese motivo se crearon las “Cajas de Socorro y Montes de Piedad”, como es el caso de CajaMadrid, creada el 3 de diciembre de 1702.
Tal fue la repercusión que tuvo esta batalla, que cuando la noticia del Desastre de Vigo se extendió por todo el país, provocó que cundiese el pánico entre la ciudadanía. Casi todos pensaron que toda la plata se había perdido y por ese motivo se crearon las “Cajas de Socorro y Montes de Piedad”, como es el caso de CajaMadrid, creada el 3 de diciembre de 1702.
Flota
hundida en el estrecho de Rande. Grabado de la época. Archivo General de Indias.
Publicada por Instituto de Estudios Vigueses
Pasados los años de esa batalla, el
25 de marzo de 1719 Lieberto Wolters, que tenía conocimientos de mecánica y era
de carácter emprendedor y atrevido, elevó al Rey Felipe V solicitud de
Autorización para buscar y extraer el gran caudal oculto bajo las aguas;
Concesión que se le otorgó por 300 ducados.
Se formalizó el asiento escritura
por término de tres años, con el compromiso de entregar a las Cajas Reales la
tercera parte del valor de cuanto sacara del fondo de la bahía.
Placa de cobre con instrucciones. Museo del Mar de Galicia.
Publicada por Instituto de Estudios Vigueses.
La fotografía anterior es una placa de cobre que estaba en la campana que utilizaron los buceadores de Wolters. Está escrita en ruso antiguo y en ella están grabadas las indicaciones para comunicarse los buzos con la superficie.
En 1721 Wolters es denunciado tanto
por vender mercancía que luego no saca de la ría, como por emitir acciones de
su compañía que no obtiene beneficios. Durante esos años había extraído de las
profundidades varios cañones de bronce y de hierro, anclas, tablas, balas y
palanquetas, con alguna que otra moneda suelta adherida, tasándose en 3.068
reales de vellón los efectos que se habían de repartir.
Grabado de
1871. Los Galeones de Vigo. Ediciones RP 2005.
Yago Abilleira Crespo.
A pesar de ello, sus problemas
económicos se acentuaron y LIEBERT WOLTERS traspasó los derechos de la cédula
de concesión a uno de sus socios.
Después de este infructuoso
éxito, a finales de 1722 LIEBERT WOLTERS se retiró a Madrid viviendo
pobremente bajo la protección del embajador de Baviera, al cual le había
conocido en Vigo, prendándose de la honradez y excelente trato.
Continúa esta historia en: LAS MINAS DE RIO TINTO y EL HOYO DE D. LIBERTO, CABALLERO DE NACION SUECO - Parte II