En tiempo del imperio romano toda aquella sierra estaba
cubierta de carriles,
cuya conservación estaba a cargo de los Curatores Viarum, atendida bajo un
admirable sistema y una organización digna de imitarse.
- Ramón Rúa Figueroa, Ingeniero del Cuerpo de Minas del Estado,1859-
En un paraje cercano al km 50 de la carretera comarcal A-461 se encuentran los escasos restos arqueológicos del Castellum Romano. Se trata de un enclave muy importante de época romana que servía para el control de los materiales que entraban y salían de las minas imperiales de Roma.
Solana del Castillejo
La intensa actividad minera de Riotinto hizo que se creara el amplio poblado romano llamado Urium en la zona conocida como Cortalago, que junto con la necrópolis de La Dehesa hace de todo ello un gran complejo urbanístico; entre ambos lugares atraviesa la calzada romana que, pasando por Campofrío, conduce a la ciudad romana de Augusta Emerita (Mérida).
Los minerales fueron una de las riquezas más explotadas por
el imperio romano y en la época de gobierno de Augusto (27 a.C. - 14 d.C.), las
minas pasarían a estar gestionadas por medio del ejército, el cual llevaría el
control de las labores de planificación minera y metalúrgica, asegurando el
abastecimiento y suministro de materiales para consumo de la población y el
control y la seguridad de las vías de comunicación.
Necrópolis romana de La Dehesa
El 31 de julio de 1762 trabajando los operarios en un socavón de desagüe romano de las Minas de Rio Tinto se descubrió una lámina de cobre con una inscripción dedicada por el liberto Pudens al emperador romano Nerva.
Reconstrucción lámina de cobre
La producción de plata para acuñar monedas era tan
importante que la explotación minera no podía quedar paralizada y por ello
estuvo esta zona militarizada. Los minerales extraídos en las minas se fundían
en las cercanías de Cortalago, en la Dehesa de los Escoriales, y la plata y el cobre obtenido se enviaban a Roma, a
través de una extensa red viaria formada por calzadas, caminos y carriles y con
ello pagar al vasto ejército romano.
Una de estas Calzadas Romanas partía desde Urium (Riotinto), en el Cerro Colorado (llamado antiguamente Cabezo de los Hornos), pasando por la Fuente de Mal Año, a la Calleja de los cercados del Mellado en el término de El Campillo; aquí se une a otro camino procedente de la Puerta del Campo y siguen juntos hasta media legua de Zalamea, donde podemos visitar, en la zona de tiro al plato, un tramo de calzada romana de unos 20 metros de longitud perfectamente conservada. Más adelante llegaba a Valverde del Camino, Vehas (Beas), Ilipla (Niebla) y terminaban en el puerto de Onuba (Huelva) donde embarcaban toda la plata extraída de las minas Hispanas con destino a Roma.
Pero el menos conocido de los yacimientos arqueológicos de
época romana conservado quizá sea el Castellum Militar Romano o Castillejo que se encuentra en el camino que lleva desde Urium hasta Onuba. Una
edificación que se cree que servía para controlar la entrada y salida del Metallum de Urium , de los metales de las minas romanas de
Riotinto y destinado este Castellum a la vigilancia y defensa de las
rutas del transporte de los minerales desde las minas imperiales hasta los
puertos marítimos o fluviales y que por su proximidad a la calzada romana
podría tener esta finalidad de protección.
Según los restos cerámicos encontrados, podría datarse este Castellum de la época romana republicana en el siglo II a.C., cuando Roma tuvo que
movilizar fuerzas militares debido a las guerras por la zona y a enviar a un destacamento
de soldados a las minas más importantes del imperio y a las vías de
comunicación para asegurar la producción minera y los abastecimientos de
suministros.
Por las características constructivas del Castellum Militar Romano y por estar situado relativamente alejado de la zona minera, se puede considerar como un pequeño Castellum que controlaba la entrada y salida tanto de metales, como de otros productos de abastecimientos para el consumo de los esclavos de la mina, de la población y del ejército, como el vino, cereales, maderas, productos textiles, de barro, etc.
Hasta los años 80 del siglo pasado no se pensaba que fueran
restos romanos. En investigaciones realizadas en 2011 por los arqueólogos Aquilino
Delgado y Juan Aurelio Pérez, se han encontrado restos de ánfora romana y
algunos fragmentos de cerámica. En cambio, como en otras construcciones de la
época, no se han encontrado restos de tejado para la cubierta de los edificios,
sino que esa techumbre se haría posiblemente con elementos vegetales, lo que se
podría pensar que la funcionalidad de la construcción era agrícola. Pero esa idea
de la agricultura fue descartada debido a los suelos pobres y ácidos de la zona
y sin posibilidad de éxito para los cultivos.
La estructura del Castellum Romano está formada por
un muro perimetral de 1,20 m. de anchura, de forma rectangular, formado por
grandes piedras y con un relleno interior de piedras más pequeñas. La forma
circular de la meseta la adquiere por un terraplén de unos 2,5 m de altura con
piedras bien trabadas hasta alcanzar el muro central; en algunos lugares se
conserva un revoque de mortero para alisar la superficie de la piedra e impedir
su derrumbe, adaptándose esta construcción a las curvas de nivel del terreno.
En el interior del edificio se distinguen otras construcciones más pequeñas, con muros independientes de unos 45 cm de anchura, por lo que se podría utilizar para almacenar las piezas de artillería o incluso para el descanso de los propios soldados; todo ello ofrecería una estructura cuadrangular, similar a los Castella militares británicos.
El 26 de agosto de 1791, siendo Manuel Aguirre administrador de las Reales Minas de Rio Tinto se realizó un plano con el deslinde, demarcación y amojonamiento del término que correspondía a las Reales Minas de Cobre. En el plano dibujado en el que se citan los terrenos, criaderos y objetos de las minas del estado en Rio-Tinto, se describen también las lindes del territorio y se nombra uno de los puntos limítrofes del término minero como “Solana del Castillejo”.
Plano del criadero de Minas de Rio Tinto dibujado en 1867
Esta descripción se corresponde con el lugar exacto donde estaba ubicado el Castellum Romano y que debido a los pocos restos arqueológicos que quedaban y a la elevación del terreno, parecida a una meseta, se denominó como Solana del Castillejo. Quizá sea esta una de las referencias más antiguas que se han escrito sobre la zona donde se ubicaba el Castellum Romano de El Campillo.
La Solana del Castillejo estaba entre el Arroyo de la Dehesilla, a 400 varas (336 metros), y el Alcornocal de la Baña a 396 varas (333 metros). Este Alcornocal de la Baña se encontraba en la actual vía verde de El Campillo a Riotinto, y en la que aún pueden verse muchos ejemplares de alcornoques que en antaño fue un gran bosque de quercus, antes de la explotación a gran escala de las minas y la necesidad de tala de árboles como material de combustión para la quema del mineral y entibación de los túneles.
El siguiente punto de la demarcación minera para delimitar las Reales Minas de Cobre de Rio Tinto sería hacia poniente de la explotación minera, en dirección al río Tintillo, afluente del río Odiel.
Posteriormente en el Plano de Lindes de 1867 publicado por
el gobierno para la circunscripción del distrito de las minas de Riotinto, antes
de proceder a su venta a la Rio Tinto
Company Limited en 1873, se vuelve a citar ese punto limítrofe del término
minero como “Solana del Castillejo”.
Actualmente en el Viejo Campillo aún perdura la calle rotulada
con el nombre de Castillejo al final del pueblo, como queriendo hacer referencia a ese Castellum Romano de hace 2.000 años para que no se
olvide en el tiempo y que al menos durante 1.800 años estuvo en la memoria de
los pobladores de esta zona minera.
El Castellum Romano, otro de los interesantes restos arqueológicos que viene a completar el importante mapa del patrimonio histórico-cultural del término minero de El Campillo.
BIBLIOGRAFÍA
- https://dialogosenlacallesanz.blogspot.com/
-
Varios autores – “Riotinto, Historia, Patrimonio Minero y Turismo Cultural” – 2011 -
Universidad de Huelva – Fundación Rio Tinto
-
Flores Caballero, Manuel – “Las antiguas explotaciones de Rio Tinto”
– 1981 - Diputación de Huelva
-
Rúa Figueroa, Ramón – “Ensayo sobre la historia de las Minas de Rio-Tinto” - 1859 -
Imprenta viuda Antonio Yenes.
Extraordinaria información.
ResponderEliminarOtra historia que no conocía, buen trabajo de documentación y sigue con este proyecto
ResponderEliminarMuy interesante, Carlos. Algún día intenté acercarme por la zona con mi padre a ver si conseguíamos ver los restos pero no tuvimos suerte. Mucha información que desconocía y gracias por las fotos que acompañan al artículo.
ResponderEliminarBuen trabajo 👍
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