miércoles, 22 de febrero de 2023

LA ANTIGUA PLAZA DE TOROS DE RIOTINTO DE 1882, LA MÁS GRANDE DE LA PROVINCIA DE HUELVA

CON CAPACIDAD PARA 10.000 ESPECTADORES, LOS INGLESES LA DEMOLIERON 2 AÑOS DESPUÉS DE SU CONSTRUCCIÓN.

El día de la inauguración de la Plaza de Toros, la Rio Tinto Company Limited dispuso un tren especial de convite desde Huelva, cayó una tormenta antes de comenzar el espectáculo, el primer toro pasaría a la historia como uno de los mejores durante muchas décadas y el quinto toro se saltó la barrera sin haber mayor percance.


Bella imagen de la Plaza de toros de Riotinto en 1883
Única Fotografía que existe del coso taurino

Construida el 12 de agosto de 1882 fue demolida tan solo dos años después de su inauguración, en agosto de 1884. No hemos encontrado más reseña documental ni periodística de la época, que la publicada en el NÚM.482 de la revista El TOREO el 11 de agosto de ese año de 1884 que hacía referencia al derribo de la plaza.


EL TOREO - Lunes 11 de agosto de 1884 

Derribo - La compañía explotadora de las minas de Riotinto ha adquirido, en 25.000 duros, la plaza de toros de aquella población, para demolerla y utilizar el solar para otras obras. 

La amplia tradición histórica de los pueblos andaluces en el mundo del toreo, hace que empresas, sociedades creadas para tal fin o los mismos ayuntamientos construyeran plazas de toros como forma de diversión de la población o para celebrar algún festejo taurino como conmemoración de algún evento del municipio. Este es el caso de la novillada que describe el Inspector General de Minas, Joaquín Ezquerra del Bayo, organizada en 1841 cuando se constituyó como villa independiente el pueblo de Minas de Rio-Tinto.

Joaquín Ezquerra del Bayo 

De esta forma nos encontramos con varias plazas de toros en los pueblos limítrofes a Riotinto, como la plaza de toros de Zalamea la Real construida en el año 1879 por la sociedad "Los Arrepentidos" en la zona del antiguo Corralón del Concejo, y con capacidad en esos años para 2.000 personas. Hoy en día forma parte de la Unión de Plazas de Toros Históricas.

Plaza de toros de Zalamea la Real 

La plaza de toros de Nerva construida en 1888 con capacidad para 3.000 personas

Plaza de toros de Nerva - Peña cultural taurina de Nerva-José Sánchez Sanchino 

... o la plaza de toros de Campofrío, el Coso de Santiago, construido en 1716, una de las plazas más antigua de España con capacidad para 3.000 personas. Actualmente está considerada como Bien de Interés Cultural del Patrimonio Artístico Andaluz.

Plaza de toros de Campofrío

Cuando se sacó a subasta pública la venta de las Minas, en la publicación del Boletín General de Ventas de Bienes Nacionales, del 11 de mayo de 1871, para su posterior venta en 1873 a un consorcio financiero británico, en la relación detallada donde se informaba de manera pormenorizada de todos los bienes, muebles e inmuebles, que pertenecía a la Hacienda Pública, no se hacía referencia a ningún ruedo taurino, ni a ninguna plaza de toros, ni tentadero, pero ya existía un coso taurino en el pueblo de Riotinto, en el lugar donde posiblemente se celebraban esas novilladas que describía Ezquerra del Bayo, conocido precisamente con esa misma denominación “El Coso”, por lo que tendría que ser de propiedad privada e incluso una construcción realizada en madera, de estructura frágil e incluso provisional para celebrar algún acto y después recoger la estructura.


Boletín General de Ventas de Bienes Nacionales, 11 de mayo de 1871

Lo que sí es cierto, es que existía un terreno de forma llana y circular donde se celebraban muchas corridas de toros en esa época. He encontrado algunas referencias de toreros y novilleros que fueron a torear durante esos años a Riotinto, como por ejemplo la corrida del malogrado banderillero Manuel Lagares (compañero de faenas del aún novillero Manuel Hermosilla y Llaneras, el cual inauguró la plaza de toros de Riotinto) y que estoqueó moruchos los días 14 y 15 de agosto de 1877, que "no solo colocaba banderillas sino que saltaba al toro con la garrocha".

Cogida de Lagares al saltar con la garrocha

El periódico semanal "Boletín de Loterías y de Toros" publicaba el 9 de junio de 1878 que se celebró una corrida en las Minas de Rio-Tinto con dos toros, uno de la acreditada ganadería de D. Antonio Mallofret con nombre “Torrito”, que fue bueno durante toda la lidia y el otro de D. Andrés López, del Castillo de las Guardas, que lleva por nombre “Ligero”, y más que ligero, porque parecía que traía en las patas una locomotora con todo el regulador abierto, el cual salió avanto y receloso los dos tercios primeros de la pelea, y en el último fue todo lo contrario”. En la corrida de toros participaban los espadas Ramón Ruiz, que llevaba entre sus filas al banderillero Manuel Wert, y el espada Manuel Pérez.

 

Periódico  semanal "BOLETIN DE LOTERIAS Y DE TOROS" 9 de junio de 1878 

También en agosto pero de 1880 el espada Manuel Aguilar, El Macareno, estuvo toreando durante los días 14 y 15.

Ese Coso taurino se mantendría en ese mismo lugar hasta que meses más tarde de ese año de 1880 la Rio Tinto Company, Ltd tuvo la necesidad de disponer de ese terreno para construir la futura estación de ferrocarril de Riotinto Pueblo, con la finalidad que los obreros pudieran llegar hasta el mismo pueblo para empezar cada día la faena; recordemos que la mina Filón Sur empezaba prácticamente en el mismo pueblo, al final de la calle Sanz, por tanto, los trabajadores una vez que se apeaban del tren, nada más que tenían que subir la calle D. Juan Prim para llegar a la calle Sanz y de esta a los tajos.

El apeadero más cercano a la mina en aquella época estaba en la Estación de Enmedio, a 1 km escaso de distancia. Esta nueva estación de ferrocarril construida era conocida desde su inauguración por todos los habitantes de la cuenca minera como “La Estación de El Coso”, en honor a esa plaza de toros que estuvo allí ubicada.

Plano de Riotinto pueblo y Estación de El Coso en verde 


La afición de los españoles por la fiesta nacional, a la que no eran ajenos algunos miembros del staff de RTCL, llevó a que se creara una empresa para celebrar corridas en Río Tinto. La Compañía no tuvo más remedio que llegar a un acuerdo con los propietarios del antiguo coso y construir una nueva plaza de toros a las afueras del antiguo pueblo de Riotinto, en el lugar conocido como “El Parador”, llamado así por la conocida posada que había en esa plaza, al principio de la nueva fila de casas inglesas de la Calle Méndez Núñez, construidas con dos plantas y buhardilla por la Rio Tinto Company como viviendas para el personal staff de las minas. 

El lugar elegido fue la loma norte del Alto de la Mesa, conocido como Mesa Pinos; preparado para ubicar el nuevo coso, allanando el terreno y horadando la roca de la loma de la montaña que se aprovecharía a la misma vez de graderío para el público. La RTCL adquirió la finca nº 360 con una superficie de 5.231 m2 construyendo la plaza en un tiempo record, como hacía todo.

La nueva plaza de toros seguiría siendo propiedad de un grupo de accionistas, seguramente los mismos propietarios que ostentaban la titularidad del antiguo Coso taurino. El edificio de esta nueva plaza de toros estaba levantado de mampostería, con grandes muros de piedras y barro, las paredes revocadas con mortero y blanqueadas posiblemente con cal blanca y resplandeciente traídas de Morón de la Frontera o de los hornos de cal que venían de Alájar y que vendían los arrieros por todos los pueblos de Huelva, en sus mulas cargadas con piedras de cal viva, para meterlas en una orza con agua y apagarla removiendo durante varios días.


Obsérvese la grandiosidad de la plaza de toros en comparación con los edificios colindantes 

El nuevo coso taurino tenía una capacidad para 10.000 espectadores, un magnífico edificio como el gran Coliseo de Roma por su grandiosidad y solidez, ya que tenía hasta 20 gradas de altura para acoger al público; por tanto una espectacular plaza de toros comparada con los 11.000 habitantes del pueblo y comparadas con otras plazas de toros de su época. En el año 1902 la Maestranza de Sevilla tenía capacidad para 11.981 espectadores y la Plaza de toros de la Merced de Huelva un aforo de 7.500 localidades.

Al maestro albañil que la levantó le decían “Maestro Huelva” y residió en El Valle durante varios años. La Plaza de Toros estaba construida junto a la ladera de la montaña que bajaba del Alto de la Mesa, para aprovechar de esta forma el desnivel del terreno y utilizarlo para el graderío, excavando además algunos sectores de la grada en la misma roca. La pared exterior, de unos 12 metros de altura, tenía 6 descomunales contrafuertes y en lo más alto del muro perimetral se dispondría de una estructura metálica para fijar unos toldos sobre ella.

Maqueta de la Plaza de Toros. Museo del Pueblo de Riotinto 

La Puerta Grande, de forma arqueada, estaba situada en esa zona del muro, en la zona de Sol, como mejor y único acceso al tendido taurino, ya que por la zona de Sombra no tendría entrada suficiente debido a la elevación de la loma del terreno. A ras de suelo, en el exterior de la gran plaza de toros, en los bajos del graderío, se disponía de unos habitáculos, hasta 10, para albergar posiblemente algún negocio de tasca, taberna e incluso prostíbulos ya que, según se cuenta por tradición oral, los alrededores de la plaza eran lugar de frecuentes peleas, reyertas y prostitución posiblemente a causa del exceso de consumo de vino, licores y aguardiente. En Zalamea llegó a existir hasta 5 fábricas de aguardientes, Arenas, El Pilar, Las Tres Casas, Anisados González y Anís Taurino.

 

Cartel taurino 1961. Foto Vicente Rodríguez Serrano 


Contrafuertes, Puerta Grande y locales 

En la parte alta de la plaza existía una gran zona de palcos cubiertos por arcos de medio punto soportados por una fila de hasta 30 columnas con su correspondiente tejadillo, dos puertas de acceso a la balconada e incluso una zona para invitados de honor y autoridades. La capilla para los rezos estaba situada en el extremo oeste de la plaza a ras de suelo.

Señoritas en la arena del coso taurino y otras en la Tribuna num.3 


En la zona este del coso, había anexado una fila de 6 pequeñas viviendas para obreros, con una ventana al exterior, pegada a la puerta de acceso de la casa. Detrás de esta fila de casas se construiría los toriles como compartimento contiguo al ruedo para acceder las reses y la caballería; y en lo alto de la ladera, en lo que actualmente conforma el Alto de la Mesa, una fila desordenada de chozas construidas por palos de madera, adobe y otros elementos vegetales. Viviendas para albergar esa gran cantidad de mano de obra, llegados de todos los lugares de la península, de toda Andalucía, Extremadura e incluso Portugal y que requirió la mina durante esos años. Llegaron a existir hasta 300 chozas, pero también una gran cantidad de cuevas cavadas en la roca donde habitaban igualmente muchos de los inmigrantes llegados a las minas con la finalidad de tener una mejor vida con el trabajo de la explotación minera.


Cueva del tío Potaje (foto José Manuel Delgado 2018) y Chozas de ramajes 

La plaza de toros se construyó al lado de un edificio emblemático en el pueblo de Riotinto, enfrente de El Parador, un gran edificio que durante más de 100 años fue testigo de excepción de toda la actividad comercial y social del pueblo. Posada por la que pasaba gran cantidad de forasteros de todos lares fue construida antes que la Plaza de Toros, estuvo presente en la edificación del coso taurino, fue espectador de las grandes tardes de toros, observador del derribo del ruedo y mero asistente al cambio que tendría la explanada que dejó el último coso taurino de Riotinto; años después la explanada tomaría el nombre de Plaza de España, se construyó el mercado del pueblo, y el gran Teatro Moderno, inaugurado el 2 de octubre de 1909, luego un gran edificio que albergaría el cuartel de la guardia civil, una capilla y en los años setenta del pasado siglo la carretera comarcal que bajando del Alto de la Mesa conducía a Nerva.


En el centro El Parador, con toldos y a la derecha el Teatro Moderno 

La Gran Plaza de Toros de Riotinto fue inaugurada el 12 de agosto de 1882 y para un evento tan importante The Rio Tinto Company Limited puso a disposición desde Huelva un tren especial de convite, al que asistieron gobernadores civiles y militares, el alcalde de Huelva, Rafael de la Corte e ilustres personas representantes del gobierno, letrados, etc, visitando por la mañana el establecimiento minero y regresando a Huelva, después del éxito de la corrida de toros, a las 11 de la noche de ese mismo día.

En la corrida de toros se lidiaron 6 reses de D. Ángel González Nandín para un duelo de dos grandes toreros de la época, Currito y Manuel Hermosilla, los cuales torearían juntos en varias ocasiones en Riotinto y en otras plazas de España.

Ganadería D.Angel González, antes Varela - Sevilla 

Francisco Arjona Reyes, conocido como Currito, era hijo del famoso Cuchares. Nacido en Madrid, comenzó como banderillero en 1863 y en 1867 tomó la alternativa como torero de la mano de su padre. La última corrida toreada por "Currito" fue en la Plaza de Toros de Huelva el 10 de septiembre de 1893, lidiándose reses de Anastasio Martín, en unión de Miguel Báez "Litri", entonces banderillero.

Francisco Arjona Reyes - Currito y Miguel Báez - Litri 

Manuel Hermosilla y Llanera nació en Sanlúcar de Barrameda en 1844 y tomó la alternativa en 1873 confirmada por Lagartijo (Córdoba 1841 - está entre los cinco toreros que marcaron la evolución de la tauromaquia y el toreo de los siglos XIX y XX en España). La Revista Ilustrada El Arte de los Toros en su nº 2 del 28 de diciembre de 1896 describía así a Manuel Hermosilla: Dedicóse en su juventud al oficio de medidor de granos, y en las horas ó los días que faltábale ocupación se dedicaba á tomar parte en los tentaderos, las capeas y demás fiestas taurinas que le era dado, adquiriendo así los primeros conocimientos en el arte de los Romeros y Costillares.

Manuel Hermosilla y Llanes - El Arte de los Toros 28 diciembre 1896 

El cartel, de primer orden para un gran festejo como era la inauguración de la plaza de toros, llevó hasta Riotinto a un numeroso público para presenciar el espectáculo, ya que llenaron la plaza casi dos tercios del ruedo, en torno a 6.000 personas. Quizá no asistiera más afición al tendido minero debido a las nubes negras que surcaban los cielos y que dos horas antes de comenzar el espectáculo descargó una tormentilla, que no sirvió ni para asentar el polvo que soltaba el albero”.

El primer toro se llamaba Capirote, con un buen trapío realizó una notable faena, según diario de la época; Capirote lo lidió, Currito; le puso la primera vara Gallardo y el primer par de banderillas Hipólito Sánchez. Treinta años después, el toro Capirote, sería aún recordado como uno de los Toros Célebres de los ruedos taurinos.

Revista Toros Célebres en 1908, recordando 26 años después al toro Capirote 

Según la Crónica Local en el Diario La Provincia de Huelva, los matadores de toros estuvieron bien, despachando varias acertadas estocadas y algún que otro pinchazo a los toros; los banderilleros buenos, aunque los picadores “no pudieron hacerlo peor”; el ganado no pudo ser más bravo. De hecho, el quinto toro se saltó la barrera y un vigilante acompañante del Gobernador le pudo cerrar la puerta de la barrera y volver el toro al redondel sin más incidente que el susto que provocó en el público.

Durante ese año de 1882 habría varios festejos más, como el de septiembre que torearon otras grandes figuras de la tauromaquia, Antonio Carmona, El Gordito y José Sánchez Campo, Cara-Ancha.

Anuncio de Confección de Trajes de Luces, La Sevillana 

El domingo 24 de diciembre de 1882, durante la celebración de la última corrida de toros del año, y cuando salió el segundo toro de la tarde, se produjo en los palcos del coso un potente estruendo, provocado por una fuerte explosión debido posiblemente a un accidente por la acumulación de gas de las luces de los mismos palcos e hizo que se precipitaran sobre las gradas del público una gran cantidad de escombros, provocando más de 350 personas heridas. En la única fotografía que hay de la plaza de toros se observa que más de una docena de columnas con su correspondiente tejadillo y una gran parte del graderío han sido destruidas.  

En la zona superior se puede observar el destrozo de los palcos y del graderío 
 

El 10 de junio de 1883 se celebró otro festejo taurino del cual ha llegado hasta nuestros días el único cartel anunciador de la corrida de toros que se conserva de esa época.

Plaza de toros de las Minas de Rio-Tinto - Domingo 10 de junio de 1883 


La Gran Corrida de Toros de Muerte, como así se anunciaba para ese domingo, comenzaría a las 16:30 h. con cuatro hermosos toros de la renombrada ganadería de D. Fernando de la Concha y Sierra. El acreditado espada José Campos Cara-Ancha mataría los 3 primeros toros y el cuarto sería para Pedro Campos, Capón, de Algeciras y con la obligación de banderillear. El festejo contaría con 3 picadores, 3 banderilleros y un cachetero. Según un artículo publicado por un aficionado en el diario La Provincia, fueron 9 los caballos que murieron durante la lidia.

Pedro Campos-Capón y José Campos-Cara Ancha 

Los precios de los palcos delanteros eran de 20 reales. Para la Barrera de sombra, 16 reales; y para la Barrera de sol, 10 reales. (Durante esos años, los trabajadores de la mina cobraban por una jornada diaria de trabajo, entre 16 reales y 20 reales. Haciendo una comparación con la época actual, podría suponerse que la entrada más cara de toros costaba unos 80 euros).

El cartel, editado por la Imprenta de Salvador Acuña, de la Calle Colón, 25 en Sevilla, hace también algunas advertencias al público, como la prohibición de arrojar a la plaza cosa alguna que pueda molestar a los lidiadores o bajar al redondel hasta que no muera el último toro; y termina esta publicación con esta frase:

La banda de música de esta villa amenizará la corrida tocando piezas escogidas

Banda de música de Riotinto. 1897. Foto Pedro Real Valdés 

Pero en el exterior de la plaza de toros continuaba con su vida normal. Se construyeron unas casas que los propietarios del coso se negaron a alquilar a los obreros de la compañía, continuando el gran déficit de viviendas que había en aquellos años para albergar a la gran cantidad de mano de obra venida de media España y Portugal, instalando en esos locales tascas, bares, tabernas e incluso prostíbulos y burdeles.

Lo que los propietarios querían era arrendar esos pequeños antros, que estaban alrededor de la plaza, debajo del graderío, “a mujeres de la vida con un alquiler de 75 pesetas o más mensuales”; unos 1.000 euros de la actualidad según mis estimaciones; una elevada suma para la época.

Según el censo de 1887, Riotinto contaba con una población de 10.671 personas, Nerva con 6.431, más las aldeas y pueblos colindantes, y los obreros no censados, hacía de todo ello un verdadero hervidero comercial y social difícil de controlar.


Maqueta de la Plaza de Toros. Museo del Pueblo de Riotinto 

Por tanto, sería normal pensar que los alrededores de la plaza de toros, a las afueras del pueblo, en la otra punta de Riotinto, lejos de la Plaza de la Constitución y del Ayuntamiento, lejos de la dirección de la RTCL y lejos de los tajos de trabajo, estuvieran repletas de hombres, solteros y casados, tomando unas copas de aguardiente de Zalamea para limpiar de la garganta el tufo de la mina o un vaso de vino del condado para quitar las penas de toda una jornada de duro trabajo en la corta.

Con todo este panorama, diariamente se acometían toda clase de atropellos. La actividad desarrollada en estos establecimientos conllevó a que se produjeran continuos altercados, incluso con muertos, y por tanto, no sería descabellado pensar que las navajas se abrieran para comenzar una pelea y quién sabe si algún percutor de una pistola detonaría la pólvora para dejar claro quien mandaba allí.


Un manuscrito anónimo de la época, sin fecha ni autor, al que ha tenido acceso José Márquez Trigo, lo narra de esta manera:

Estos asuntos tuvo consecuencias desastrosas y es que enterado el Consejo de la Compañía de lo que ocurría, inmediatamente abonó a los Sres socios de dicha plaza la cantidad de pesetas 125.000 aproximadamente según se decía y aquí se terminó todo en fin de año 1883-1884 derribando la plaza por completo.

Manuscrito inédito de fecha y autor desconocido.

Así para erradicar este foco de delincuencia con fecha 14 de febrero de 1884 el Consejo de Administración de RTCL, reunido en Río Tinto con su Presidente Hugh Mackay Matheson a la cabeza, aprobó la terminación del arrendamiento y la demolición de la plaza de toros preservando los materiales para construir edificio futuros. Entre los meses de marzo y junio de 1884 se efectuó la liquidación a los componentes de la empresa de la Plaza de Toros por 500.223 reales, unas 125.000 pesetas ó 25.000 duros.


En el solar que quedó después de la demolición del coso se siguieron celebrando otro tipo de eventos populares, totalmente distinto a los festejos taurinos, pero que atraían a la misma vez una gran cantidad de público necesitado de diversión y de distracción, como por ejemplo de estas carreras de caballos y de bicicletas inmortalizadas en estas magníficas fotografía de Eloy S. Martín. 


Carrera de caballos en el espacio donde estaba la plaza de toros. Foto Eloy S.Martín  
Carrera de bicicletas. Foto Eloy S.Martín 


A la izquierda de la fotografía se ve la nueva Fuente Pública conocida como la FUENTE DEL PARADOR construida con su tejado de forma piramidal a principios del siglo XX, al lado de un rico manantial de agua. En los años 80 del siglo pasado dicen que en su interior apareció la virgen debido a una extraña forma que tomó la roca en el fondo de la fuente.

Fuente del Parador

Cartel de Zarzuela Ópera y Opereta de 1915 en el Teatro Moderno. Museo del Pueblo de Riotinto 


Explanada que quedó una vez derribada la plaza de toros 

Mercado de abastos, de forma semicircular, en la Plaza de España. 1934 - Foto Fernando Durán 
Antiguo pueblo de Riotinto en 1973 


Este artículo se basa en los inéditos estudios monográficos realizados por José Márquez Trigo, "Historia Taurina de Minas de Riotinto", que ha tenido a bien facilitarme para escribir esta publicación. Por el contrario, todos los errores e imprecisiones cometidos de este artículo se deben exclusivamente al autor de la historia que usted acaba de leer.

Portada de este valiosísimo trabajo

 BIBLIOGRAFÍA                                                                   

-   https://dialogosenlacallesanz.blogspot.com

- Márquez Trigo, José - "Historia Taurina de Minas de Riotinto" 2012

- https://bibliotecadigital.jcyl.es/ - Biblioteca digital taurina

- Revista El Toreo - 1884

- Revista El Ruedo - 1952

- Periódico taurino El Arte de la Lidia -1883

- Agenda Taurina - 1902

- Revista Toros Célebres - 1908

- Revista El Arte de los Toros - 1896

lunes, 6 de febrero de 2023

CONMEMORACION DEL 135 ANIVERSARIO DEL AÑO DE LOS TIROS - 4 de febrero de 1888 - 4 de febrero de 2023

… para que no caiga en el olvido!!

Estas son algunas de las crónicas de la época, distintas entre sí, que se han narrado en diferentes momentos de la historia.

 ᑕᗩᑭITLO 1 – TRAGEDIA MINERA NOVELADA- 1961

Corría un airecillo sudeste, suave pero fresco. La masa de humo rastrero, pesado y pastoso de los boliches de la Calcinación, avanzaba sinuosa, lenta; con perezosa lentitud de sierpe traicionera iba saturando bajos y cañadas hasta conseguir el reboso del hoyo de la Corta y sepultar al pueblo entero, teniendo en indolencia sobre la imprecisa vaguada del Salomón.

Los paleros de la limpia y los del colorado ya habían huido al Alto de la Mesa y a la cumbre del citado monte. Se elevaban sobre aquella “manta” como vulgarmente se le llamaba, por una exigencia vital, totalmente ignorado por aquellos trabajadores, que se debatían en un ansia instintiva de oxígeno, y con ellos el resto del vecindario. Pero antes de acometer la gran escalada a la alzada cumbre, el ahogo exigía un momentáneo respiro en la allanada de la Mesa de los Pinos, donde las erupciones volcánicas, durante miladas de siglos, habían depositado abundantes capas de rocas ferruginosas que, al desintegrase, formaron la gigantesca, la increíble herrumbre que el sol nos regala en colores, desde el triste rojo ladrillo hasta el escarlata de sangre fresca…


Riotinto pueblo en 1880 aprox. Al fondo la gran manta de humo rastrero y pesado que se traslada por la corriente del airecillo sudeste. 

Era aquel un éxodo bíblico: un trepar heroico de adultos, de viejos y de niños, y a donde poco a poco iban también llegando los obreros de la Estación de Enmedio, de la Trituradora, de la Cochera Reverbero, del Laboratorio y aun de los Talleres… Ganar alturas, elevarse sobre el nivel de muerte de la “manta”, era todo el ansia de aquellas gentes.

Eran las 7,30 de la mañana y solo quedaban ya en el pueblo los incapacitados físicamente por enfermedad u otras causas, y que se hacía prácticamente imposibles rescatar al efecto mortífero del humo: otro aspecto heroico de este drama minero…

La visión desde aquellas alturas era alucinantes para los sencillos obreros y sus familiares: Un inmenso lago de antojadas aguas quietas, de color plomizo con dejos amarillosos, sucios, y casi en el centro mismo, el ensoberbecido erguimiento de la cúpula de la torre parroquial, cual airosa perilla de palo mayor de un buque naufragado en un mar de avaricias y de usuras…

Y así hasta las 10 de la mañana en que se iban despojando de aquel humazo, lentamente, el pueblo y los lugares de trabajo, dejándose oír entonces las intermitentes “pitadas” de la sirena a vapor instalada en los Talleres, como imperiosa voz de mando que ordenasen la vuelta al trabajo. Todo el personal de la empresa, jefes, empleados y obreros, como un solo hombre, regresaban a sus quehaceres; pero aquellas dos o tres horas de “manta” no les eran abonadas en el devengo.

El 4 de Febrero, 1888, TRAGEDIA MINERA NOVELADA - José María Fontela Granado – Minas de Riotinto 1961 – Transcrito por Gilberto Hernández Vallecillo y Alfredo Moreno Bolaños-Original Antonio Costa


ᑕᗩᑭITᑌᒪO 2 – DECLARACIONES DE JUAN CABALLERO SANCHEZ – 1888

 

Las grandes mantas de humo empezaron a observarse poco antes de las fuertes arriadas (el autor de las declaraciones se refiere a las arriadas de los meses de noviembre y diciembre de 1887) y hasta el 28 de marzo, y eran tan intensas y de tal género que en las personas, caballerías y en la vegetación produjeron sensaciones tales que no habrá uno que con asombro no recuerde cualquiera que fuera a la que a él alcanzara.

La hora más frecuente de presentarse era desde que empezaba los primeros albores del día hasta las 10 de la mañana reproduciéndose algunas veces a la desaparición del crepúsculo de la tarde durando hasta las nueve o las 10 de la noche siendo la espesura de la manta de tal manera que las personas a unos diez metros de distancia no se las conocía y el sol no se veía más que un disco enteramente encendido o rojo hasta que sobre las diez de la mañana empezaba a aclararse la atmósfera y cual si hasta esa hora no hubiera salido el sol careceríamos de un rayo y si era por la noche a diez metros de distancia una muy tenue estrella era la que parecía la luz artificial.

Declaración de Juan Caballero Sánchez en 1888 

Todo el que se hallaba bajo la gran manta que se extendía desde el foco de calcinación hasta el sitio llamado Puerto Rubio y desde la falda de los cerros Salomón y Colorado hasta la Mesa de los Pinos y por lo que toca al pueblo y centros de trabajo, estornudaba, tosía, vomitaba y alguno hasta de ponía sangre por la boca y la nariz de una manera imponente.

Respecto a la caballería en una de esas noches de grande humareda la dueña de una caballería mular, que es la directora de la escuela principal de niñas, tuvo el desatino de dejar abierta la ventana de la cuadra en que aquella estaba y esto bastó para que el humo penetrara en la cuadra y sin más intervalo que unas tres o cuatro horas muriera la caballería hinchada y echando sangre por las narices.

Los burros dedicados al transporte de tierra y minerales de las calcinaciones también se diezman con facilidad.

Cuando la calcinación pertenecía a la hacienda constantemente había encendidas unas 700 teleras y sus daños abrazaban un radio de unos 1.500 metros de longitud. El número de teleras de hoy creo que ha de pasar de 2.500 y según tengo entendido ha de elevarse al de 6.000.

Vista de los campos de calcinación 1 y 2. Al fondo se divisa Nerva y El Ventoso 


Los terrenos a los que afectan los humos serán las minas de Riotinto, aldea de Río tinto, aldea del Ventoso, aldea de las Delgadas, aldea del Campillo, aldea de Traslasierra, una gran parte del término de Zalamea la Real, aldea de Marigenta y aldea del Madroño.

 Y que recorriendo en el campo los terrenos como dañados en 1er término, se ve que no baja de una superficie de unos 80 millones de metros cuadrados de los cuales la compañía ha adquirido para comprar una superficie de unos 14 millones de metros cuadrados cuyas adquisiciones han tenido lugar mediante previo aprecio del perito de la compañía.

Juan Caballero y Sánchez

Datos referentes a los humos de Rio-Tinto según observaciones del que suscribe.

Declaraciones de Juan Caballero Sanchez-1888-Archivo Histórico Nacional

                

ᑕᗩᑭITᑌᒪO 3 – DIARIO DE SESIONES DEL 17 DE FEBRERO DE 1888-CONGRESO DE LOS DIPUTADOS-Intervención del Diputado Francisco Romero Robledo

La cuestión que me dispongo a tratar esta tarde es sumamente grave por las consecuencias tristísimas que ha tenido. En los ricos anales de nuestras desdichas políticas de la historia de los motines populares combatidas por la fuerza pública, no hay absolutamente ninguno que revista las graves proporciones de este que dio por resultado la hecatombe ocurrida en la plaza del pueblo de Minas de Riotinto.


Es de todo el mundo sabido que aquellos pueblos afligidos por los humos de las teleras, viendo esterilizada su agricultura y amenazadas sus vidas, vienen hace tiempo clamando remedio y pidiendo solución para este problema tan arduo.

Encontrándose los pueblos de Zalamea y Nerva con el gran problema de los humos creyeron en su deber y en su derecho por ser legal la manifestación, ir al pueblo de las Minas de Riotinto a pedir a aquel Ayuntamiento que prohibiera las calcinaciones al aire libre ¿porque hicieron aquella manifestación? Pues la manifestación la hicieron porque el Ayuntamiento de Minas de Riotinto se compone, con excepción de dos concejales, de dependientes de la empresa. El alcalde es capataz de una de las minas; el teniente de alcalde, jefe de estadísticas de la otra de las minas y todos los concejales, con excepción de dos, dependiente de las minas.

Así pues los vecinos de los distintos pueblos se reunieron en manifestación pacífica para llegar a aquel Ayuntamiento y pedirle y suplicarle pacífica y legalmente que prohibieran las calcinaciones al aire libre.

Francisco Romero Robledo

Había en las Minas de Riotinto una huelga desde el 1º de febrero. El día 3, los vecinos de los distintos pueblos, no los obreros, se creyeron en el caso de hacer una manifestación. Al día siguiente, 4, día de la catástrofe, la manifestación se reprodujo, los grupos recorrieron las calles de Zalamea para que se unieran a la manifestación.

Puestos el alcalde, el Ayuntamiento y los mayores contribuyentes a la cabeza de la manifestación, acompañados de una música, dejando toda clase de armas, llevando solo los enfermos algunos palos para apoyarse y marchando montados sobre caballerías los que eran de edad más avanzada, se pusieron en marcha hacia el pueblo de las Minas de Riotinto.

Aquella manifestación se encontró en el camino con la otra manifestación formada por obreros; se estableció que la manifestación total era pacífica y se estableció una Comisión.

La manifestación de Nerva llevaba banderas blancas con los lemas ¡viva el orden público!, ¡abajo los humos!, ¡sólo queremos justicia! y la manifestación de Zalamea llevaba la bandera nacional con los lemas ¡viva el orden público!, ¡viva la agricultura!, ¡abajo los humos!.

Fotograma del film "El Corazón de la Tierra"

Antes de entrar en la villa de Riotinto se encontraron con un teniente de la guardia civil que quiso detenerle y les saludaron con un ¡viva el orden público! por lo que les dejó libre el paso. Así llegaron a la plaza de Riotinto situándose la música en el centro de dicha plaza y subiendo la comisión a conferenciar con el Ayuntamiento.

El teniente coronel bajó de los balcones de la Casa Consistorial y una descarga seguida de otras descargas segó aquella muchedumbre pacífica, de tal modo que habiendo en la plaza unos asientos, que en Andalucía se llaman poyos, de mampostería con espaldares de hierro, la muchedumbre amedrantada en su huida arrancó los asientos y los hierros como blanda cera, se doblaron y rompieron quedando allí como testigos del delito. No fue una descarga sola la que hicieron los soldados sino que fueron varios los disparos y a bocajarro sobre una población tranquila y pacífica.

La multitud fugitiva recibió tres descargas y por si esto no era bastante llegaron las bayonetas porque según datos oficiales hay una mujer herida de un bayonetazo y quedó la plaza sembrada de cadáveres, de sangre, de objetos abandonados, de heridos.

Eran las cuatro y media de la tarde, con la luz del sol en una plaza pública, donde estaba toda la población y la de los alrededores, …, unas 12 ó 14.000 almas congregadas.


Francisco Romero Robledo


* D𝘪𝘱𝘶𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘍𝘳𝘢𝘯𝘤𝘪𝘴𝘤𝘰 𝘙𝘰𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘙𝘰𝘣𝘭𝘦𝘥𝘰 - 𝘊𝘖𝘕𝘎𝘙𝘌𝘚𝘖 𝘋𝘌 𝘓𝘖𝘚 𝘋𝘐𝘗𝘜𝘛𝘈𝘋𝘖𝘚 - 𝘋𝘐𝘈𝘙𝘐𝘖 𝘋𝘌 𝘚𝘌𝘚𝘐𝘖𝘕𝘌𝘚 𝘋𝘌𝘓 17 𝘋𝘌 𝘍𝘌𝘉𝘙𝘌𝘙𝘖 𝘋𝘌 1888

* Wikipedia

ᑕᗩᑭITᑌᒪO 4 – ELEMENTOS DE LABOREO DE MINAS-1839

Contra los efectos de los vapores arsenicales no hay otro remedio que no respirarlos.

En las minas de Rio-Tinto suele formarse una atmosfera azufrosa, sobre todo cuando reinan ciertos aires que hacen entrar en los subterráneos el humo de las calcinaciones. Produce un efecto muy desagradable, ataca a la garganta y todo el mundo está tosiendo durante el trabajo; pero no pasa de ahí; aquellos mineros, la mayor parte de casta gallega y alemana, son gente muy sana y robusta. Rio-Tinto es un establecimiento que se puede recomendar medicalmente para muchas enfermedades tal como hidropesías, opilaciones y para toda clase de enfermedades cutáneas. Nunca se ha propagado allí un caso de peste en las épocas de las grandes epidemias que han afligido aquella parte de la hermosa Andalucía, a pesar de haber muerto personas que habían acudido ya apestadas de otros puntos. Es una circunstancia favorable de la que el gobierno mismo podría sacar mucha utilidad para el fomento y prosperidad para aquel establecimiento.

Campo de Teleras en Planes, Nerva 

El arsénico también suele molestar en algunas minas, pero quien más tiene que lidiar con él son los fundidores. Contra los efectos de los vapores arsenicales no hay otro remedio que no respirarlos.

 *  ELEMENTOS DE LABOREO DE MINAS - Joaquín Ezquerra del Bayo-Imprenta de Don Salvador Albert-1839


ᑕᗩᑭITᑌᒪO 5 – SUPUESTOS PERJUICIOS CAUSADOS A LA SALUD PÚBLICA POR EFECTO DE LA CALCINACIÓN DE LOS MINERALES COBRIZOS AL AIRE LIBRE - 1887


Si los humos fueran dañinos para la salud pública, no se plantearía la cuestión de los intereses industriales y económicos. Pero el caso actual está demostrado que los humos no producen mal alguno apreciable en la salubridad de los pueblos de la provincia de Huelva y que su influencia debe estimarse favorable.

Se ha hecho un estudio con cinco médicos y el pueblo de la provincia en que la mortalidad tiene la cifra más baja es precisamente Minas de Riotinto, el más expuesto a los humos sulfurosos y en cuyo territorio, mucho antes de 1887, había desaparecido todo cultivo o producción agrícola.

Nota sobre la cuestión de las calcinaciones de mineral de cobre en la provincia de Huelva. Presentada al gobierno por la Compañía de las Minas de Rio Tinto 

En la Real Orden del 22 de julio de 1879 se declaró que la calcinación al aire libre no producía daño alguno hasta a la salubridad pública, por lo cual no se podía fundar en razones de este orden la pretensión de que se prohíban las calcinaciones.

Como conclusión final, señala que hay que declarar de Utilidad Pública los actuales procedimientos de explotación de los minerales cobrizos de la provincia de Huelva con la obligación de las Empresas de indemnizar los daños causados por los humos, mediante expropiación o por el abono de justas indemnizaciones.

Huelva, 14 de Octubre de 1887. – Por la Compañía de las Minas de Rio Tinto

EL REPRESENTANTE EN HUELVA

José María Parejo


ᑕᗩᑭITᑌᒪO 6 – POESIA COMPUESTA Y DIBUJADA POR EL PROFESOR VETERINARIO ANDRES DOMINGUEZ MAESTRE - 1880

El pueblo está agradecido y le da encarecidas gracias. DEDICATORIA AL GLORIOSO MARTIR SEÑOR SAN VICENTE.

A San Vicente vendito

todos a voces clamaos

que nos libre de los humos

y de sus fieros estragos.

Y tienda con compasión

su vista por estos campos

que del ácido sulfúrico

están del todo arrasados.

El Divino Sacramento

muy pobremente alumbrado

porque la abeja hallan

su alimento sazonado.

Y vaga por la pradera

picando de flor en flor

cuyos pétalos se hallan

impregnados de azufrón.

Tú, inocente corderillo

por la selva herrante vas

pues de seguro no hallas

adonde poder pastar.

Con qué dolor el labrador

mira aflijido sus campos

ya no produce las mieses

por los humos vitriolados.

La atmósfera está impregnada

de varios gases nocivos

y la muerte por asfixia

arrebata al individuo.

!Oh benignísimo Mártir

Patrono de Zalamea!

pídele a Dios por tu pueblo

y también por sus aldeas.

Defiéndenos de estos tigres

que a España están desgarrando

y deshonran la corona

del noble Rey San Fernando.

!Oh gloriosísimo atleta

blanco jazmín perfumado

defensor de Zalamea

cuyos miasmas infestaron!

Cuando el terrible bubón

ha salido bajo el brazo

de Dios implora perdón

y nos sanará aplacado.

Y con gran satisfacción

tu pueblo siempre obediente.

!Sed nuestro fiel protector

Padre nuestro SAN VICENTE! 

Poesía compuesta y dibujada por el Profesor Veterinario Andrés Domínguez Maestre - 1880 - Transcrita en 1979 por D. José Ruiz Mantero – Archivo particular de Pastor Cornejo



𝑬𝑳 𝑴𝑬𝑻𝑨𝑳 𝑫𝑬 𝑳𝑶𝑺 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑶𝑺, 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒐𝒏𝒄𝒉𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒊𝒏𝒂

La escritora santanderina, Concha Espina , llegó a Riotinto sobre 1916 para conocer en primera persona los sucesos ocurridos en 1888, conoci...