miércoles, 22 de febrero de 2023

LA ANTIGUA PLAZA DE TOROS DE RIOTINTO DE 1882, LA MÁS GRANDE DE LA PROVINCIA DE HUELVA

CON CAPACIDAD PARA 10.000 ESPECTADORES, LOS INGLESES LA DEMOLIERON 2 AÑOS DESPUÉS DE SU CONSTRUCCIÓN.

El día de la inauguración de la Plaza de Toros, la Rio Tinto Company Limited dispuso un tren especial de convite desde Huelva, cayó una tormenta antes de comenzar el espectáculo, el primer toro pasaría a la historia como uno de los mejores durante muchas décadas y el quinto toro se saltó la barrera sin haber mayor percance.


Bella imagen de la Plaza de toros de Riotinto en 1883
Única Fotografía que existe del coso taurino

Construida el 12 de agosto de 1882 fue demolida tan solo dos años después de su inauguración, en agosto de 1884. No hemos encontrado más reseña documental ni periodística de la época, que la publicada en el NÚM.482 de la revista El TOREO el 11 de agosto de ese año de 1884 que hacía referencia al derribo de la plaza.


EL TOREO - Lunes 11 de agosto de 1884 

Derribo - La compañía explotadora de las minas de Riotinto ha adquirido, en 25.000 duros, la plaza de toros de aquella población, para demolerla y utilizar el solar para otras obras. 

La amplia tradición histórica de los pueblos andaluces en el mundo del toreo, hace que empresas, sociedades creadas para tal fin o los mismos ayuntamientos construyeran plazas de toros como forma de diversión de la población o para celebrar algún festejo taurino como conmemoración de algún evento del municipio. Este es el caso de la novillada que describe el Inspector General de Minas, Joaquín Ezquerra del Bayo, organizada en 1841 cuando se constituyó como villa independiente el pueblo de Minas de Rio-Tinto.

Joaquín Ezquerra del Bayo 

De esta forma nos encontramos con varias plazas de toros en los pueblos limítrofes a Riotinto, como la plaza de toros de Zalamea la Real construida en el año 1879 por la sociedad "Los Arrepentidos" en la zona del antiguo Corralón del Concejo, y con capacidad en esos años para 2.000 personas. Hoy en día forma parte de la Unión de Plazas de Toros Históricas.

Plaza de toros de Zalamea la Real 

La plaza de toros de Nerva construida en 1888 con capacidad para 3.000 personas

Plaza de toros de Nerva - Peña cultural taurina de Nerva-José Sánchez Sanchino 

... o la plaza de toros de Campofrío, el Coso de Santiago, construido en 1716, una de las plazas más antigua de España con capacidad para 3.000 personas. Actualmente está considerada como Bien de Interés Cultural del Patrimonio Artístico Andaluz.

Plaza de toros de Campofrío

Cuando se sacó a subasta pública la venta de las Minas, en la publicación del Boletín General de Ventas de Bienes Nacionales, del 11 de mayo de 1871, para su posterior venta en 1873 a un consorcio financiero británico, en la relación detallada donde se informaba de manera pormenorizada de todos los bienes, muebles e inmuebles, que pertenecía a la Hacienda Pública, no se hacía referencia a ningún ruedo taurino, ni a ninguna plaza de toros, ni tentadero, pero ya existía un coso taurino en el pueblo de Riotinto, en el lugar donde posiblemente se celebraban esas novilladas que describía Ezquerra del Bayo, conocido precisamente con esa misma denominación “El Coso”, por lo que tendría que ser de propiedad privada e incluso una construcción realizada en madera, de estructura frágil e incluso provisional para celebrar algún acto y después recoger la estructura.


Boletín General de Ventas de Bienes Nacionales, 11 de mayo de 1871

Lo que sí es cierto, es que existía un terreno de forma llana y circular donde se celebraban muchas corridas de toros en esa época. He encontrado algunas referencias de toreros y novilleros que fueron a torear durante esos años a Riotinto, como por ejemplo la corrida del malogrado banderillero Manuel Lagares (compañero de faenas del aún novillero Manuel Hermosilla y Llaneras, el cual inauguró la plaza de toros de Riotinto) y que estoqueó moruchos los días 14 y 15 de agosto de 1877, que "no solo colocaba banderillas sino que saltaba al toro con la garrocha".

Cogida de Lagares al saltar con la garrocha

El periódico semanal "Boletín de Loterías y de Toros" publicaba el 9 de junio de 1878 que se celebró una corrida en las Minas de Rio-Tinto con dos toros, uno de la acreditada ganadería de D. Antonio Mallofret con nombre “Torrito”, que fue bueno durante toda la lidia y el otro de D. Andrés López, del Castillo de las Guardas, que lleva por nombre “Ligero”, y más que ligero, porque parecía que traía en las patas una locomotora con todo el regulador abierto, el cual salió avanto y receloso los dos tercios primeros de la pelea, y en el último fue todo lo contrario”. En la corrida de toros participaban los espadas Ramón Ruiz, que llevaba entre sus filas al banderillero Manuel Wert, y el espada Manuel Pérez.

 

Periódico  semanal "BOLETIN DE LOTERIAS Y DE TOROS" 9 de junio de 1878 

También en agosto pero de 1880 el espada Manuel Aguilar, El Macareno, estuvo toreando durante los días 14 y 15.

Ese Coso taurino se mantendría en ese mismo lugar hasta que meses más tarde de ese año de 1880 la Rio Tinto Company, Ltd tuvo la necesidad de disponer de ese terreno para construir la futura estación de ferrocarril de Riotinto Pueblo, con la finalidad que los obreros pudieran llegar hasta el mismo pueblo para empezar cada día la faena; recordemos que la mina Filón Sur empezaba prácticamente en el mismo pueblo, al final de la calle Sanz, por tanto, los trabajadores una vez que se apeaban del tren, nada más que tenían que subir la calle D. Juan Prim para llegar a la calle Sanz y de esta a los tajos.

El apeadero más cercano a la mina en aquella época estaba en la Estación de Enmedio, a 1 km escaso de distancia. Esta nueva estación de ferrocarril construida era conocida desde su inauguración por todos los habitantes de la cuenca minera como “La Estación de El Coso”, en honor a esa plaza de toros que estuvo allí ubicada.

Plano de Riotinto pueblo y Estación de El Coso en verde 


La afición de los españoles por la fiesta nacional, a la que no eran ajenos algunos miembros del staff de RTCL, llevó a que se creara una empresa para celebrar corridas en Río Tinto. La Compañía no tuvo más remedio que llegar a un acuerdo con los propietarios del antiguo coso y construir una nueva plaza de toros a las afueras del antiguo pueblo de Riotinto, en el lugar conocido como “El Parador”, llamado así por la conocida posada que había en esa plaza, al principio de la nueva fila de casas inglesas de la Calle Méndez Núñez, construidas con dos plantas y buhardilla por la Rio Tinto Company como viviendas para el personal staff de las minas. 

El lugar elegido fue la loma norte del Alto de la Mesa, conocido como Mesa Pinos; preparado para ubicar el nuevo coso, allanando el terreno y horadando la roca de la loma de la montaña que se aprovecharía a la misma vez de graderío para el público. La RTCL adquirió la finca nº 360 con una superficie de 5.231 m2 construyendo la plaza en un tiempo record, como hacía todo.

La nueva plaza de toros seguiría siendo propiedad de un grupo de accionistas, seguramente los mismos propietarios que ostentaban la titularidad del antiguo Coso taurino. El edificio de esta nueva plaza de toros estaba levantado de mampostería, con grandes muros de piedras y barro, las paredes revocadas con mortero y blanqueadas posiblemente con cal blanca y resplandeciente traídas de Morón de la Frontera o de los hornos de cal que venían de Alájar y que vendían los arrieros por todos los pueblos de Huelva, en sus mulas cargadas con piedras de cal viva, para meterlas en una orza con agua y apagarla removiendo durante varios días.


Obsérvese la grandiosidad de la plaza de toros en comparación con los edificios colindantes 

El nuevo coso taurino tenía una capacidad para 10.000 espectadores, un magnífico edificio como el gran Coliseo de Roma por su grandiosidad y solidez, ya que tenía hasta 20 gradas de altura para acoger al público; por tanto una espectacular plaza de toros comparada con los 11.000 habitantes del pueblo y comparadas con otras plazas de toros de su época. En el año 1902 la Maestranza de Sevilla tenía capacidad para 11.981 espectadores y la Plaza de toros de la Merced de Huelva un aforo de 7.500 localidades.

Al maestro albañil que la levantó le decían “Maestro Huelva” y residió en El Valle durante varios años. La Plaza de Toros estaba construida junto a la ladera de la montaña que bajaba del Alto de la Mesa, para aprovechar de esta forma el desnivel del terreno y utilizarlo para el graderío, excavando además algunos sectores de la grada en la misma roca. La pared exterior, de unos 12 metros de altura, tenía 6 descomunales contrafuertes y en lo más alto del muro perimetral se dispondría de una estructura metálica para fijar unos toldos sobre ella.

Maqueta de la Plaza de Toros. Museo del Pueblo de Riotinto 

La Puerta Grande, de forma arqueada, estaba situada en esa zona del muro, en la zona de Sol, como mejor y único acceso al tendido taurino, ya que por la zona de Sombra no tendría entrada suficiente debido a la elevación de la loma del terreno. A ras de suelo, en el exterior de la gran plaza de toros, en los bajos del graderío, se disponía de unos habitáculos, hasta 10, para albergar posiblemente algún negocio de tasca, taberna e incluso prostíbulos ya que, según se cuenta por tradición oral, los alrededores de la plaza eran lugar de frecuentes peleas, reyertas y prostitución posiblemente a causa del exceso de consumo de vino, licores y aguardiente. En Zalamea llegó a existir hasta 5 fábricas de aguardientes, Arenas, El Pilar, Las Tres Casas, Anisados González y Anís Taurino.

 

Cartel taurino 1961. Foto Vicente Rodríguez Serrano 


Contrafuertes, Puerta Grande y locales 

En la parte alta de la plaza existía una gran zona de palcos cubiertos por arcos de medio punto soportados por una fila de hasta 30 columnas con su correspondiente tejadillo, dos puertas de acceso a la balconada e incluso una zona para invitados de honor y autoridades. La capilla para los rezos estaba situada en el extremo oeste de la plaza a ras de suelo.

Señoritas en la arena del coso taurino y otras en la Tribuna num.3 


En la zona este del coso, había anexado una fila de 6 pequeñas viviendas para obreros, con una ventana al exterior, pegada a la puerta de acceso de la casa. Detrás de esta fila de casas se construiría los toriles como compartimento contiguo al ruedo para acceder las reses y la caballería; y en lo alto de la ladera, en lo que actualmente conforma el Alto de la Mesa, una fila desordenada de chozas construidas por palos de madera, adobe y otros elementos vegetales. Viviendas para albergar esa gran cantidad de mano de obra, llegados de todos los lugares de la península, de toda Andalucía, Extremadura e incluso Portugal y que requirió la mina durante esos años. Llegaron a existir hasta 300 chozas, pero también una gran cantidad de cuevas cavadas en la roca donde habitaban igualmente muchos de los inmigrantes llegados a las minas con la finalidad de tener una mejor vida con el trabajo de la explotación minera.


Cueva del tío Potaje (foto José Manuel Delgado 2018) y Chozas de ramajes 

La plaza de toros se construyó al lado de un edificio emblemático en el pueblo de Riotinto, enfrente de El Parador, un gran edificio que durante más de 100 años fue testigo de excepción de toda la actividad comercial y social del pueblo. Posada por la que pasaba gran cantidad de forasteros de todos lares fue construida antes que la Plaza de Toros, estuvo presente en la edificación del coso taurino, fue espectador de las grandes tardes de toros, observador del derribo del ruedo y mero asistente al cambio que tendría la explanada que dejó el último coso taurino de Riotinto; años después la explanada tomaría el nombre de Plaza de España, se construyó el mercado del pueblo, y el gran Teatro Moderno, inaugurado el 2 de octubre de 1909, luego un gran edificio que albergaría el cuartel de la guardia civil, una capilla y en los años setenta del pasado siglo la carretera comarcal que bajando del Alto de la Mesa conducía a Nerva.


En el centro El Parador, con toldos y a la derecha el Teatro Moderno 

La Gran Plaza de Toros de Riotinto fue inaugurada el 12 de agosto de 1882 y para un evento tan importante The Rio Tinto Company Limited puso a disposición desde Huelva un tren especial de convite, al que asistieron gobernadores civiles y militares, el alcalde de Huelva, Rafael de la Corte e ilustres personas representantes del gobierno, letrados, etc, visitando por la mañana el establecimiento minero y regresando a Huelva, después del éxito de la corrida de toros, a las 11 de la noche de ese mismo día.

En la corrida de toros se lidiaron 6 reses de D. Ángel González Nandín para un duelo de dos grandes toreros de la época, Currito y Manuel Hermosilla, los cuales torearían juntos en varias ocasiones en Riotinto y en otras plazas de España.

Ganadería D.Angel González, antes Varela - Sevilla 

Francisco Arjona Reyes, conocido como Currito, era hijo del famoso Cuchares. Nacido en Madrid, comenzó como banderillero en 1863 y en 1867 tomó la alternativa como torero de la mano de su padre. La última corrida toreada por "Currito" fue en la Plaza de Toros de Huelva el 10 de septiembre de 1893, lidiándose reses de Anastasio Martín, en unión de Miguel Báez "Litri", entonces banderillero.

Francisco Arjona Reyes - Currito y Miguel Báez - Litri 

Manuel Hermosilla y Llanera nació en Sanlúcar de Barrameda en 1844 y tomó la alternativa en 1873 confirmada por Lagartijo (Córdoba 1841 - está entre los cinco toreros que marcaron la evolución de la tauromaquia y el toreo de los siglos XIX y XX en España). La Revista Ilustrada El Arte de los Toros en su nº 2 del 28 de diciembre de 1896 describía así a Manuel Hermosilla: Dedicóse en su juventud al oficio de medidor de granos, y en las horas ó los días que faltábale ocupación se dedicaba á tomar parte en los tentaderos, las capeas y demás fiestas taurinas que le era dado, adquiriendo así los primeros conocimientos en el arte de los Romeros y Costillares.

Manuel Hermosilla y Llanes - El Arte de los Toros 28 diciembre 1896 

El cartel, de primer orden para un gran festejo como era la inauguración de la plaza de toros, llevó hasta Riotinto a un numeroso público para presenciar el espectáculo, ya que llenaron la plaza casi dos tercios del ruedo, en torno a 6.000 personas. Quizá no asistiera más afición al tendido minero debido a las nubes negras que surcaban los cielos y que dos horas antes de comenzar el espectáculo descargó una tormentilla, que no sirvió ni para asentar el polvo que soltaba el albero”.

El primer toro se llamaba Capirote, con un buen trapío realizó una notable faena, según diario de la época; Capirote lo lidió, Currito; le puso la primera vara Gallardo y el primer par de banderillas Hipólito Sánchez. Treinta años después, el toro Capirote, sería aún recordado como uno de los Toros Célebres de los ruedos taurinos.

Revista Toros Célebres en 1908, recordando 26 años después al toro Capirote 

Según la Crónica Local en el Diario La Provincia de Huelva, los matadores de toros estuvieron bien, despachando varias acertadas estocadas y algún que otro pinchazo a los toros; los banderilleros buenos, aunque los picadores “no pudieron hacerlo peor”; el ganado no pudo ser más bravo. De hecho, el quinto toro se saltó la barrera y un vigilante acompañante del Gobernador le pudo cerrar la puerta de la barrera y volver el toro al redondel sin más incidente que el susto que provocó en el público.

Durante ese año de 1882 habría varios festejos más, como el de septiembre que torearon otras grandes figuras de la tauromaquia, Antonio Carmona, El Gordito y José Sánchez Campo, Cara-Ancha.

Anuncio de Confección de Trajes de Luces, La Sevillana 

El domingo 24 de diciembre de 1882, durante la celebración de la última corrida de toros del año, y cuando salió el segundo toro de la tarde, se produjo en los palcos del coso un potente estruendo, provocado por una fuerte explosión debido posiblemente a un accidente por la acumulación de gas de las luces de los mismos palcos e hizo que se precipitaran sobre las gradas del público una gran cantidad de escombros, provocando más de 350 personas heridas. En la única fotografía que hay de la plaza de toros se observa que más de una docena de columnas con su correspondiente tejadillo y una gran parte del graderío han sido destruidas.  

En la zona superior se puede observar el destrozo de los palcos y del graderío 
 

El 10 de junio de 1883 se celebró otro festejo taurino del cual ha llegado hasta nuestros días el único cartel anunciador de la corrida de toros que se conserva de esa época.

Plaza de toros de las Minas de Rio-Tinto - Domingo 10 de junio de 1883 


La Gran Corrida de Toros de Muerte, como así se anunciaba para ese domingo, comenzaría a las 16:30 h. con cuatro hermosos toros de la renombrada ganadería de D. Fernando de la Concha y Sierra. El acreditado espada José Campos Cara-Ancha mataría los 3 primeros toros y el cuarto sería para Pedro Campos, Capón, de Algeciras y con la obligación de banderillear. El festejo contaría con 3 picadores, 3 banderilleros y un cachetero. Según un artículo publicado por un aficionado en el diario La Provincia, fueron 9 los caballos que murieron durante la lidia.

Pedro Campos-Capón y José Campos-Cara Ancha 

Los precios de los palcos delanteros eran de 20 reales. Para la Barrera de sombra, 16 reales; y para la Barrera de sol, 10 reales. (Durante esos años, los trabajadores de la mina cobraban por una jornada diaria de trabajo, entre 16 reales y 20 reales. Haciendo una comparación con la época actual, podría suponerse que la entrada más cara de toros costaba unos 80 euros).

El cartel, editado por la Imprenta de Salvador Acuña, de la Calle Colón, 25 en Sevilla, hace también algunas advertencias al público, como la prohibición de arrojar a la plaza cosa alguna que pueda molestar a los lidiadores o bajar al redondel hasta que no muera el último toro; y termina esta publicación con esta frase:

La banda de música de esta villa amenizará la corrida tocando piezas escogidas

Banda de música de Riotinto. 1897. Foto Pedro Real Valdés 

Pero en el exterior de la plaza de toros continuaba con su vida normal. Se construyeron unas casas que los propietarios del coso se negaron a alquilar a los obreros de la compañía, continuando el gran déficit de viviendas que había en aquellos años para albergar a la gran cantidad de mano de obra venida de media España y Portugal, instalando en esos locales tascas, bares, tabernas e incluso prostíbulos y burdeles.

Lo que los propietarios querían era arrendar esos pequeños antros, que estaban alrededor de la plaza, debajo del graderío, “a mujeres de la vida con un alquiler de 75 pesetas o más mensuales”; unos 1.000 euros de la actualidad según mis estimaciones; una elevada suma para la época.

Según el censo de 1887, Riotinto contaba con una población de 10.671 personas, Nerva con 6.431, más las aldeas y pueblos colindantes, y los obreros no censados, hacía de todo ello un verdadero hervidero comercial y social difícil de controlar.


Maqueta de la Plaza de Toros. Museo del Pueblo de Riotinto 

Por tanto, sería normal pensar que los alrededores de la plaza de toros, a las afueras del pueblo, en la otra punta de Riotinto, lejos de la Plaza de la Constitución y del Ayuntamiento, lejos de la dirección de la RTCL y lejos de los tajos de trabajo, estuvieran repletas de hombres, solteros y casados, tomando unas copas de aguardiente de Zalamea para limpiar de la garganta el tufo de la mina o un vaso de vino del condado para quitar las penas de toda una jornada de duro trabajo en la corta.

Con todo este panorama, diariamente se acometían toda clase de atropellos. La actividad desarrollada en estos establecimientos conllevó a que se produjeran continuos altercados, incluso con muertos, y por tanto, no sería descabellado pensar que las navajas se abrieran para comenzar una pelea y quién sabe si algún percutor de una pistola detonaría la pólvora para dejar claro quien mandaba allí.


Un manuscrito anónimo de la época, sin fecha ni autor, al que ha tenido acceso José Márquez Trigo, lo narra de esta manera:

Estos asuntos tuvo consecuencias desastrosas y es que enterado el Consejo de la Compañía de lo que ocurría, inmediatamente abonó a los Sres socios de dicha plaza la cantidad de pesetas 125.000 aproximadamente según se decía y aquí se terminó todo en fin de año 1883-1884 derribando la plaza por completo.

Manuscrito inédito de fecha y autor desconocido.

Así para erradicar este foco de delincuencia con fecha 14 de febrero de 1884 el Consejo de Administración de RTCL, reunido en Río Tinto con su Presidente Hugh Mackay Matheson a la cabeza, aprobó la terminación del arrendamiento y la demolición de la plaza de toros preservando los materiales para construir edificio futuros. Entre los meses de marzo y junio de 1884 se efectuó la liquidación a los componentes de la empresa de la Plaza de Toros por 500.223 reales, unas 125.000 pesetas ó 25.000 duros.


En el solar que quedó después de la demolición del coso se siguieron celebrando otro tipo de eventos populares, totalmente distinto a los festejos taurinos, pero que atraían a la misma vez una gran cantidad de público necesitado de diversión y de distracción, como por ejemplo de estas carreras de caballos y de bicicletas inmortalizadas en estas magníficas fotografía de Eloy S. Martín. 


Carrera de caballos en el espacio donde estaba la plaza de toros. Foto Eloy S.Martín  
Carrera de bicicletas. Foto Eloy S.Martín 


A la izquierda de la fotografía se ve la nueva Fuente Pública conocida como la FUENTE DEL PARADOR construida con su tejado de forma piramidal a principios del siglo XX, al lado de un rico manantial de agua. En los años 80 del siglo pasado dicen que en su interior apareció la virgen debido a una extraña forma que tomó la roca en el fondo de la fuente.

Fuente del Parador

Cartel de Zarzuela Ópera y Opereta de 1915 en el Teatro Moderno. Museo del Pueblo de Riotinto 


Explanada que quedó una vez derribada la plaza de toros 

Mercado de abastos, de forma semicircular, en la Plaza de España. 1934 - Foto Fernando Durán 
Antiguo pueblo de Riotinto en 1973 


Este artículo se basa en los inéditos estudios monográficos realizados por José Márquez Trigo, "Historia Taurina de Minas de Riotinto", que ha tenido a bien facilitarme para escribir esta publicación. Por el contrario, todos los errores e imprecisiones cometidos de este artículo se deben exclusivamente al autor de la historia que usted acaba de leer.

Portada de este valiosísimo trabajo

 BIBLIOGRAFÍA                                                                   

-   https://dialogosenlacallesanz.blogspot.com

- Márquez Trigo, José - "Historia Taurina de Minas de Riotinto" 2012

- https://bibliotecadigital.jcyl.es/ - Biblioteca digital taurina

- Revista El Toreo - 1884

- Revista El Ruedo - 1952

- Periódico taurino El Arte de la Lidia -1883

- Agenda Taurina - 1902

- Revista Toros Célebres - 1908

- Revista El Arte de los Toros - 1896

1 comentario:

  1. Magnifico trabajo y explendida la documentación. Felicidades por el buen trabajo realizado

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